AFINANDO LA PUNTERÍA

En el Perú todo puede suceder y de la noche a la mañana. Y como lo anuncié, hace dos ediciones, se produjo un cambio de gabinete y con él un ligero giro de timón que denota un cambio de rumbo y el inicio de un rompimiento del lazo entre el presidente Pedro Castillo y la cúpula dirigencial de Perú Libre.
Pues como estaban las cosas, la situación política se había vuelto insostenible, gracias a los arranques histriónicos y el figuretismo de Guido Bellido, quien insistía bajo un sombrero o un chullo en mantenerse en su papel de combativo líder defensor de las mayorías olvidadas por el Estado, olvidando que su nombramiento como presidente del Consejo de Ministros, lo había cambiado de escenario, y se había convertido en el supuesto villano al que antes él combatía con mucha ferocidad. Lo que lo sacó del cuadro es no tener contra quién combatir.
Nunca logró ubicarse ni demostrar capacidad para asumir un cargo tan exigente y de tanta responsabilidad. Ser primer ministro no requiere en demasía conocimientos técnicos, sino una fuerte capacidad de gestión articuladora, buenos modales, dicción clara y sobre todo integridad política. Cosas que lamentablemente Bellido no poseía.
En estos dos meses, hemos tenido un Gabinete de confrontación, y esto no ayuda a tener la estabilidad necesaria para que la economía pueda funcionar adecuadamente. Uno esperaría que a partir de la renuncia del ex primer ministro, por lo menos haya un retorno a la sensatez, es decir, las formas tienen que mantenerse, respeto al capital privado que es socio del Estado desde hace varias décadas.
Pasamos la página del fenecido gabinete Bellido y su triste historia de gestión, que para lo único que sirvió, fue para que el presidente Castillo ganara tiempo y lograra acomodarse un tanto en el sillón presidencial. Este tiempo ganado le ha servido al mandatario para retraerse un poco y tener una visión más amplia y clara de lo requiere el país del gobierno.
Una cosa que no se debe olvidar, es que el electorado que voto por Pedro Castillo, no puede, ni podrá decir nunca, que este les mintió. Todos los que le entregaron su voto, sabían su tendencia de izquierda. Eso que quede claro.
Por otro lado, un nuevo gabinete se ha estrenado, con la designación como primera ministra de Mirtha Vásquez Chuquilín, quien fue presidenta del Congreso en la legislatura pasada. Si bien la mayoría de ministros y ministras se mantienen en sus cargos, hay siete nuevos ingresos.
En concreto es positiva la salida de Guido Bellido y la designación de Mirtha Vásquez, quien tiene credenciales democráticas.
Bajo el liderazgo de la premier Vásquez, hay un mayor compromiso, ya que es una persona que cree en la libertad de prensa, en los elementos fundamentales de la democracia. Otra señal es Betssy Chávez, que forma parte del grupo de Perú Libre y que es consecuente.
Y con este nuevo Consejo de Ministros las expectativas de cambios en el sector económico y laboral volvieron a tener prioridad uno.
El Gobierno debe darse cuenta que estamos camino a una paralización de la economía y que ello no le serviría al Perú para la generación de empleo si es que no hay un cambio de chip con urgencia.
Está claro que este es un gobierno de izquierda, pero tiene que modernizarse, por lo menos con la con la ratificación de Julio Velarde en el BCR y los nuevos nombramientos se bajará la tensión en el corto plazo, y esto se ha puesto en evidencia con el descenso en la cotización del dólar. Una ligera mejora, que alimenta las expectativas inmediatas.
Hay que entender que el Gabinete que va a formar parte ahora seguirá teniendo una tendencia alejada del modelo económico, es lo que ha estado detrás del discurso de campaña del partido Perú Libre, y de quienes lo apoyan, pero esperemos que el diálogo y la concertación primen, que este nombramiento permita conducir mejor al país y que se estabilice el escenario financiero. Como mínimo, ahora se requieren señales claras; entender que sin confianza del sector privado no se puede dar un crecimiento vigoroso para el país. Seguiremos atentos. Hasta la próxima semana mis amigos de Primera.