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Proyecto, que beneficia a la industria nacional, es impulsado por las hermanas Jacqueline e Isemar Cruz Loayza
Elaborar un prototipo de biocuero, producido por microorganismos, fue el primer trabajo de investigación que realizaron las hermanas Jacqueline e Isemar Cruz Loayza. Ahora ellas están abocadas a aplicar la nanotecnología en la creación de soluciones sustentables para la industria tradicional usando el equipo de “electrospinning”.
Las investigadoras postularon a una convocatoria lanzada por Prociencia y Concytec, para adquirir equipos innovadores que no hay en la región, es así que las jóvenes se enfocaron en una novedosa área como es la nanotecnología, que permite la manipulación de átomos y moléculas para la fabricación de productos a microescala. Una vez más las jóvenes ganaron el concurso y se hicieron acreedoras a un fondo económico otorgado por el Banco Mundial.
Jacqueline Cruz, relató a la Agencia Andinaque la propuesta de usar la nanotecnología en la industria surgió luego de ver cómo muchas empresas hacen uso de químicos y otros agentes contaminantes, cuando se puede dar otro tipo de tratamientos menos agresivos para el medio ambiente, por ejemplo disparar nanopartículas de laca para proteger algo sin usar tanto material, comentó.
Es así que para iniciarse en el área de la nanotecnología y postular al concurso de proyectos integrales convocado por Concytec y Prociencia, formaron el Centro de Investigación Le Qara, que funciona en la ciudad de Arequipa.
Tras ganar la competencia y obtener un fondo económico de un millón 200,000 soles, realizaron la compra de un equipo “electrospinning”, que utiliza altas cargas de electricidad para convertir fibras en diversos tamaños, obteniendo así productos finos de unos cuantos nanometros de espesor, que solo pueden verse con microscopio.
Jacqueline Cruz, dijo que la técnica de Electrospinning es poco estudiada en la región y las nanofibras tienen un alto potencial de brindar propiedades únicas a los materiales como antimicrobianas, antiácaros, anti-UV, entre otros.
El novedoso equipo ya fue instalado en el Centro de Investigación Le Qara, para su funcionamiento arribó a la ciudad el investigador de nacionalidad iraní, Behrourz Ghorani, reconocido a nivel mundial por su trabajo en proyectos enfocados a la innovación en nanofibras y nanopartículas, creando nanofibras electrohiladas para mejorar productos.
Behrourz Ghorani, capacitó también a los investigadores de Le Qara en el manejo y mantenimiento del equipo de electrospinning, dado que esta técnica no es muy usada en la región, por lo que era necesaria la capacitación del personal.
Primeras pruebas de laboratorio
La joven investigadora afirmó que en el centro de investigación ya están extrayendo compuestos para utilizar biopolímeros para nanofibras y nanopartículas, por ejemplo si a las camisas le echan almidón para que no se arruguen, nosotros podemos hacer un tratamiento con partículas nano de almidón que se extraería de residuos de papa, y lo disparamos a las camisas para evitar las arrugas.
“Estamos enfocándonos en no usar muchos químicos y en su mayoría usar residuos de otras industrias para darle aplicaciones con la nanotecnología, siempre orientados en la sostenibilidad”, manifestó Jacqueline Cruz.
Al tiempo de señalar que el equipo de electrospinning que adquirieron, no es a escala de laboratorio, sino a escala piloto para poder hacer prototipos y probarlos en entornos funcionales.
Las ganadoras del concurso cumplieron con adquirir e instalar el equipo de electrospinning y de capacitar al personal del centro de investigación, dentro del plazo de ejecución del proyecto. Hasta julio que termina el proceso seguirán investigando sobre soluciones sustentables aplicando la nanotecnología.
Biocuero
Respecto al proyecto de biocuero, Jacqueline Cruz dijo que la pandemia retrasó la consolidación de algunas propuestas para proveer del material a empresas de marcas reconocidas a escala mundial de Italia, Francia y Estados Unidos, pero este año se consolidarán porque las conversaciones están bastante avanzadas, comentó.
La planta de producción del biocuero está casi lista para empezar a producir, solo faltan unas piezas de los equipos, informó Jacqueline tras señalar que los microorganismos pueden producir en tres semanas el material deseado, sin importar la cantidad.
El biocuero, producido a base de microorganismos vivos, es un producto cuya textura es similar al cuero, puede transformarse en diversas texturas, colores y es resistente a altas temperaturas.
Otro aspecto que hace novedoso el producto es que es biodegradable, los residuos de su proceso pueden ser utilizados como compost líquido, lo que lo,hace un producto ecoamigable con el medio ambiente.
