DESTAPANDO EL JUEGO POLITICO

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El último viernes la Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso de la República mandó al archivo la propuesta de la presidenta Dina Boluarte sobre adelanto de elecciones para este 2023. Y con ello la pelota regresó a Palacio de Gobierno, en un juego vergonzoso orquestado entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo.
Claramente intentan meternos el dedo en la boca con la representación de un burdo juego político, en el que cada uno de estos poderes representados por sus actores políticos, desempeña un papel frente a la opinión pública, para hacernos creer que quieren adelantar las elecciones generales, todo ello con el fin de evadir su enorme responsabilidad frente a la situación de violencia que ya llega a los 60 muertos. Y hay que aclarar que ambos poderes son responsables de esas muertes, pues las protestas son en contra del gobierno y del Congreso.
Es así que, en segundo acto teatral, pues el primero fue el debate de la propuesta del congresista Jaime Quito, de Perú Libre, para adelantar las elecciones al 2023 y consultar sobre la posibilidad de una Asamblea Constituyente, iniciativa que fue rechazada por el Pleno del Parlamento.
El legislador Quito señaló, luego de la votación, en contra, que la única solución es la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. Pedido que reúne el sentir masivo de la población.
Volviendo al segundo acto, el rechazo a la propuesta de Dina Boluarte que fue vista en la Comisión de Constitución, la decisión de los congresistas de mandarla al archivo fue apelando al artículo 78 del reglamento donde se señala que no puede presentarse la misma propuesta de idéntica materia hasta el siguiente periodo anual de sesiones. De esta manera se convierte en el cuarto proyecto de adelanto de elecciones rechazado por el Parlamento en la última semana.
“No se alcanzaron los 14 votos necesarios para que el tema sea tratado”, manifestó el presidente de la Comisión de Constitución y ahora fujimorista, Nano Guerra García, disimulando una sonrisa burlona. De esta manera el proceso continúa en foja cero. Y ahora le toca el turno de hacer la finta a Boluarte y su comparsa de actores palaciegos.
Lo que si hay que aplaudir es el profesionalismo actoral del elenco, pues horas antes, el ministro de Justicia, José Tello, aseguró que en su presentación tras su sustentación en la Comisión de Constitución que los parlamentarios pudieron escuchar y atender los alcances del proyecto de ley para concretar el adelanto de elecciones. Finta total.

“Nosotros sentimos que nuestros argumentos fueron escuchados y atendidos. Se han formulado preguntas de diferentes sectores lo cual es importante. Sectores opuestos políticamente y han preguntado al Ejecutivo sobre su posición también han participado los organismos electorales. Me parece importante que estos espacios de diálogo se den con miras justamente a un debate que de la celeridad del caso al tema del adelanto de elecciones”, manifestó en declaraciones a la prensa. Más baba y pérdida de tiempo.
Pero José Tello confirmó el libreto de fondo y dijo que “la presidenta ha sido bastante clara en que no renunciará. Particularmente considero que el Congreso debe llegar a su punto de entendimiento para llegar a un consenso en torno a eso”, puntualizó.
Pero para no dejarnos enredar, con las bajadas y subidas de telón, de esta ridícula comedia política, debo destapar que el plan de fondo es que Legislativo y Ejecutivo juegan en combinación para quedarse hasta el 2026, con la intención de seguir mamándole al Estado sus onerosos sueldos y multiplicando sus cuitas para concluir de pagar sus créditos de sus nuevos “depas” y “penhouse”, autos de lujos y vida de ricos y famosos, mientras que la mayoría de peruanos muerde el polvo para poder llevar un pan a sus hogares.
Los politicos de ambos poderes están confiados en que la hoguera de protesta se vaya extinguiendo con el paso de los días o las semanas. Y como es bien sabido, los muertos no hablan, después solo vendrán investigaciones larguísimas, sentencias, apelaciones, nuevos juicios, comisiones investigadoras y con suerte para los autores, los expedientes irán durmiendo el sueño de los justos en algún polvoriento y húmedo depósito judicial, como lo hemos visto muchas veces.
Habiéndoles quitado las caretas y destapado sus intenciones finales de los politiqueros en el poder, y dejado constancia de ello, me despido hasta la próxima semana, mis amigos de Primera.

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