Detener la inseguridad como prioridad

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Ollanta-HumalaAyer a punta de pistolas, disparando para todos lados, como si se tratara de un pueblo del viejo oeste, delincuentes a bordo de cuatro motos asaltaron a cambistas en pleno centro de Lima. La calle Capón  fue el escenario de una balacera a plena luz del día, escena que se va convirtiendo cada día en una visión  rutinaria en un país sacudido por la violencia delincuencial. La sensación de inseguridad es generalizada y paralizante.

 Sin duda alguna el gobierno de Ollanta Humala es el responsable de la proliferación de la inseguridad y de la delincuencia común en el país. Sí bien es cierto este problema no es reciente, él ofreció  ponerle freno y lo que ha sucedido es un aumento incontrolable que tiene a pueblo peruano viviendo en la peor zozobra e inseguridad de todos los tiempos. La ex alcaldesa de Lima Susana Villarán, de triste recordación por su mediocre  gestión, en su momento se llenó la boca hablando de fabulosos proyectos para combatir la inseguridad ciudadana, como puestos de vigilancia y comisarias móviles, todos ellos nunca se llegaron a concretar  terminando en rotundos fracasos.

Toda esta ola enorme de inseguridad provocada por la delincuencia común se veía venir y la falta de visión y de capacidad para  crear y organizar programas de seguridad,  por parte del Poder Ejecutivo, han ocasionado que estemos como estamos. Sin poder salir a la calle sin  correr el riesgo de ser cogoteados en la misma puerta de nuestras casas. Los negocios son asaltados por hordas delincuenciales armadas que a punta de pistolas desvalijan el producto de las ventas del día baleando a cualquiera que se interponga en sus viles propósitos.

Todo esto se veía venir, se anunciaba por la prensa con estadísticas palpables y no se hizo nada. Ahora cuando el Callao se ha convertido en una Chicago de los años cincuenta de los Estados Unidos, recién  se les ocurre al Gobierno Nacionalista la gran idea de declarar en Emergencia a nuestro primer puerto, como si eso fuese a solucionar el problema. Los resultados a tal medida saltan a la vista como un fracaso más de este  seudo gobierno nacionalista.

Es irresponsable por parte del gobierno dejar las cosas como están poniéndole un tapete sobre tremendo hoyo, para simplemente intentar demostrar que tiene el control sobre la inseguridad. Este modus operandi de la Mafias no hubiese prosperado si desde el comienzo se hubiese combatido con inteligencia policiaca y represión inmediata con contundentes condenas y aislamiento presidiario real.

Nada ha hecho este gobierno para mejorar la seguridad en el País, están a punto de irse y no hay bloqueadores de celulares en los penales. No se han construido más cárceles. No se le está dotando de mayores recursos a las fiscalías y mucho menos a la Policía Nacional. Un Estado de Emergencia focalizado no es el final de la inseguridad en el País, como nos los quisieron hacer creer.

Es urgente y vital que dentro de los debates técnicos y políticos a realizarse en los próximos días con miras a la Segunda Vuelta electoral se expresen claramente los planteamientos contenidos dentro de los planes de gobierno de ambos partidos, sobre la forma en que se planea recuperar la seguridad ciudadana en el país.

Es imperante que el próximo gobierno desde el primer día de su mandato actué enérgicamente para recuperar el sentido de autoridad y detener la ola delincuencia que todos los días asesina ciudadanos inocentes. Sin seguridad un país no puede desarrollarse desde ningún punto de vista. Los culpables que nos han llevado a esta situación ya los conocemos con nombres y apellidos  guardémoslos en la memoria para decirles nunca más. Hasta mañana mis amigos de Primera.

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