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Cuando Pedro Pablo Kuczynski y sus ppkausas ganaron las elecciones, hace año y medio, estoy seguro que no tenían la menor idea de lo que querían hacer con el Perú. La idea principal era, en mi opinión, destrabar los grandesproyectos que tenían entrampadas las suculentas ganancias de sus consorcios amigos y de refilón aceitar el engranaje trabado de un sector de la economía nacional. Esa era la consigna principal para hacerse del poder. Lo que no estaba en su libro era la magnitud de la explosión y los alcances del Caso Lava Jato- que contenía los oscuros manejos de la poderosa Odebretch-. Escandalosas esquirlas que le han llegado a golpear las puertas de Palacio al mismo PPK.
Hoy en día su gobierno se encuentra en una situación que no atan ni desatan, al menos esa es la sensación de la calle.Por un lado una ola de huelgas y paros que han sido amenguados a medias, índices mínimos de aprobación y respaldo popular y una seguidilla de denuncias de malos manejos en sus diferentes ministerios que no dejan de aparecer en la prensa local
¿Qué podemos esperar de lo que queda del año con laadministración de PPK? Por lo pronto ya la izquierda está cumpliendo su amenaza que les hizo en junio del año pasado. Si no cumple lo acordado con la CGTP, SUTEP, SUTESAL y otros sindicatos, habrá guerra. Y guerra es lo que le están dando casi a diario en los alrededores de Palacio de Gobierno.
Entre tanto, al interior de Peruanos por el Kambio siguen las pugnas por la repartija de cargos ministeriales. Se esperaba mayores cambios en los ministerios, pero ello no se ha dado. Por eso hay un grueso sector de dirigentes partidarios, que se rajaron en la campaña, que han sido dejados de lado por una cúpula controlada al parecer por Fernando Zavala o allegados a él, que nos los deja ni siquiera llegar al presidente.
Según Zavala, premier y todavía ministro de Economía, el suelo está parejo y el crecimiento va avanti pero para otros economistas, el futuro no es tan halagüeño. El déficit fiscal y el nivel de endeudamiento, sumados a las consecuencias del Brexit, amenazan la calma local. Otros de los legados del actual régimen son los proyectos mineros paralizados y una serie de obras de envergadura en stand by (ampliación del aeropuerto Jorge Chávez, construcción del aeropuerto de Chinchero, lentitud en el avance del Metro 2 y otros). Lo que pudo impulsar el crecimiento es el ancla que no deja avanzar al país y al parecer sus esfuerzos no están dando resultado.
Hay que ser objetivo en señalar que si bien es cierto la responsabilidad actual es del gobierno de PPK, la parálisis recesiva económica actual es el resultado de la ineptitud e incapacidad del gobierno nacionalista de Ollanta Humala. Gestión que desperdició y descuidó flancos importantísimo de la economía para impulsar el crecimiento. Ahora sabemos que estaba más concentrado en llevar agua para su molino, que para las grandes mayorías.
En el plano institucional aún nadie dice nada sobre la agenda pendiente, entre la que se encuentra la reforma electoral. La lucha política no solo se seguirá dando en el Parlamento sino en las calles y a nivel mediático. PPK no las tiene todas consigo y la probabilidad de un gobierno débil es alta. Los conflictos sociales si no se llegan a prevenir pueden ser la causa de un gobierno de penosa y tal vez poca duración. Sobre todo si no se combate con energía las verdaderas intenciones de la izquierda comunista enquistada y que busca reciclarse dentro de las diferentes secciones sindicales.
Encuestas realizadas este mes señalan que sólo el 14 por ciento piensa que PPK hará un buen gobierno y el 25 por ciento piensa que será un mal gobierno. La aventura política y lobbista se le está yendo de las manos a PPK y sus socios, lo lamentable de ello es que los platos rotos, como siempre, los vamos a pagar lo 30 millones de peruanos que seguimos en penitencia, por la irresponsabilidad y ceguera electoral de la mayoría de votantes. Como dice la lingüista Martha Hildebrandt, ante este tipo de situación “el único remedio es ajo y agua: a joderse y a aguantarse”. Hasta mañana mis amigos de Primera.
