El uso prolongado de pantallas pueden causar fatiga ocular, una condición que afecta la visión y genera molestias como ojos secos, visión borrosa, sensibilidad a la luz y dolor de cabeza

La exigencia del mundo moderno conlleva a niveles de estrés cada vez mayores, por ello no nos debe llamar la atención que estos altos niveles de estrés signifiquen padecer fatiga ocular. Pero, ¿cómo saber si hemos llegado a este punto y reconocer que necesitamos acudir a un médico oftalmólogo.
El estrés se ha convertido en un compañero constante para muchas personas; sin embargo, pocos saben que el estrés puede tener un impacto significativo en la visión.
La fatiga ocular es un problema común que puede causar síntomas como ojos doloridos, cansados, con ardor o picazón; ojos llorosos o secos; visión borrosa o doble; dolor de cabeza; dolor de cuello, hombros o espalda; sensibilidad a la luz (fotofobia) y dificultad para concentrarse.
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Aunque la fatiga ocular puede ser aliviada en un plazo relativamente breve, hay casos que requieren un tratamiento más prolongado. Uno de esos casos es la coroidopatía serosa central, una enfermedad ocular que afecta la mácula, la parte de la retina responsable de la visión central nítida.
Al respecto, la médica oftalmóloga de Oftalmosalud Milagros Velazco destaca la importancia de reconocer los síntomas de la fatiga ocular y buscar atención médica si persisten o empeoran.
«Es fundamental tomar medidas para reducir el estrés y proteger nuestra visión. Algunas estrategias efectivas incluyen hacer pausas regulares para descansar los ojos, mantener una buena postura, evitar la luz azul antes de dormir y realizar ejercicios oculares regulares», aseveró.
Precisó que si se experimenta alguno de los síntomas mencionados no se debe dudar en consultar con un médico oftalmólogo para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados. “Recuerda que tu visión es un tesoro que debes proteger”.