El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, hospitalizado por problemas cardíacos

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El político había contraído el coronavirus al volver de vacaciones de su lujosa villa en la isla de Cerdeña. Foto: AFP
El político había contraído el coronavirus al volver de vacaciones de su lujosa villa en la isla de Cerdeña.

El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, quien superó el coronavirus en septiembre pasado, fue ingresado este jueves en un hospital de Mónaco tras sufrir problemas cardíacos, aunque aseguró en las redes sociales que se encuentra “bien de salud”.
El ex magnate de la comunicación, de 84 años, “está ingresado en el hospital cardiotorácico para realizarle pruebas. Volverá a casa en pocos días”, informó el vocero de Berlusconi a la AFP.
Su médico personal, Alberto Zangrillo, declaró a la agencia ANSA que tuvo que acudir de urgencia al domicilio de Berlusconi, en el sur de Francia, el lunes, puesto que el veterano político presentaba una arritmia cardíaca.
“Deseo tranquilizar a todo el mundo: estoy bien de salud”, escribió en Facebook tras recalcar que está internado por precaución para realizar exámenes médicos. Berlusconi ya estuvo ingresado en septiembre pasado durante 11 días a causa de covid-19, que él describió como “el peor trance de mi vida”.

Luego del coronavirus

El político había contraído el coronavirus al volver de vacaciones de su lujosa villa en la isla de Cerdeña. Dos hijos suyos también resultaron infectados, así como su compañera, Marta Fascina.
Berlusconi, fundador del partido de centroderecha Forza Italia, fue primer ministro en tres ocasiones entre 1994 y 2011, y fue operado del corazón en 2016.
El ex primer ministro tenía que comparecer este jueves ante el tribunal de Siena, Toscana, para el juicio llamado Ruby-ter, en el marco del escándalo “Rubygate” generado por las famosas fiestas “bunga-bunga” que organizaba con prostitutas en su lujosa villa cerca de Milán (norte). 
La Fiscalía pide una pena de prisión de cuatro años y dos meses para Berlusconi por soborno de testigos. La audiencia fue aplazada para abril debido al estado de salud del ex jefe del gobierno italiano.

Preocupado por la crisis política 

La ausencia de Berlusconi, líder del principal partido de la derecha moderada, pesa actualmente con la crisis política en Italia en medio de la pandemia, tras la decisión de otro ex primer ministro, Matteo Renzi, de retirar su apoyo a la coalición gobernante.
“Será informado” sobre las discusiones en curso, declaró Antonio Tajani, ex presidente del Parlamento Europeo y dirigente de Forza Italia.
“Creo que llamará por la tarde a Salvini (Matteo, jefe de la derechista Liga) y a Meloni (Giorgia, jefa de la ultraderechista Fratelli d’Italia, para hacer un balance de la crisis”, añadió Tajani, citado por los medios.
El partido del magnate de las comunicaciones podría ser determinante para salir de la delicada crisis política y no excluye colaborar en algunos puntos en un futuro gobierno.
“Estoy preocupado ante el peligro de que la crisis política agrave la parálisis institucional en momentos tan difíciles”, comentó en su mensaje en Facebook.
Berlusconi suele pasar largas temporadas en la mansión francesa de su hija Marina, en Châteauneuf-de-Grasse, Valbonne, a 35 kilómetros de Niza, en una villa de mediados del siglo XIX, con unos cien mil metros cuadrados de terreno y localizada a unos 50 kilómetros de Mónaco.
Se trata de una elegante finca, con campo de golf, donde se produce también aceite de oliva y vino, contó en marzo pasado a la AFP el alcalde de la localidad. 

Una vida de negocios

Nacido el 29 de septiembre de 1936 en una familia acomodada de Milán, Berlusconi mostró su vocación por los negocios desde la adolescencia, cuando estudiaba en el colegio de los salesianos.
Animador de locales nocturnos en el balneario de Rímini durante su juventud, capaz de fascinar a turistas durante los cruceros con baladas románticas, Berlusconi siempre ha contado con la lealtad de un grupo de amigos íntimos, quienes le deben sus actuales fortunas.
Vendedor de aspiradoras a finales de los años 1950, se graduó en 1961 en derecho y se dedicó al sector de la construcción, comenzando así una imparable carrera que ha suscitado interrogantes a las que nunca ha dado respuestas satisfactorias.
Condecorado como “Caballero del Trabajo” (‘Cavaliere del Lavoro’) a los 41 años, perdió el título tras la condena en 2013 a cuatro años de cárcel por fraude fiscal en el caso Mediaset.
Pese a las críticas y controversias, el multimillonario fue por casi dos décadas el “líder máximo” de la derecha italiana. Su último mandato, de 2008 a 2011, estuvo marcado por los excesos y abusos en el ejercicio del poder.

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