El pan con camisón y el ponche iqueño son los dulces tradicionales que se elaboran durante la fiesta del Señor de Luren en Ica. Foto: Genry Bautista
Las celebraciones en honor al Señor Crucificado de Luren se viven con devoción religiosa y a través de deliciosas tradiciones culinarias heredadas de generación en generación. Entre ellas, resaltan el ponche iqueño y el pan con camisón, dos exquisiteces que deleitan el paladar y el alma de los devotos durante octubre y la Semana Santa.
El ponche iqueño, una bebida caliente hecha con ajonjolí, maní, pecanas, coco, leche fresca, leche condensada y leche en polvo, es ideal para las noches frías. «Aprendí a preparar el ponche iqueño de mi abuela Guillermina Jiménez Guerrero, conocida como ‘Mamá Guille’, quien desde 1945 ofrecía el ponche a los feligreses cerca del templo de Luren», compartió. El ponche iqueño se disfruta durante las festividades del Señor de Luren en octubre y Semana Santa. «Para la procesión del Señor de Luren, preparamos hasta cinco ollas de ponche, con cada una sirviendo mil vasos», indicó. Con una textura suave, el tradicional pan con camisón es un icónico bizcocho del mes morado, un dulce pan de anís cubierto con una capa de azúcar blanca.
Marco Velazco Donayre de la “Dulcería y Pastelería Velazco”, sostuvo que el pan con camisón se prepara solo por la procesión del Señor de Luren y en Semana Santa. Otros productos que también comprar los feligreses iqueños y los que vienen de otras partes del país y del extranjero son los besitos, paciencia, revolución, pan dulce, manjarblanco, entre otros.