En capilla-2

0
716

La residencia de Alejandro Toledo en California es vigilada de día y noche por trabajadores del servicio penitenciario de los Estados Unidos y agentes del FBI, en previsión de que intente una fuga al estilo Richard Kimble. Esto teniendo en cuenta que, al momento de su captura, el ‘sano y sagrado’ tenía en su poder una bolsa de mano con US$ 50 mil contantes y sonantes que nadie sabe de dónde salieron. Para diluir aún más sus hipotéticos sueños de fuga, tiene adherido a su pierna derecha el rastreador GPS (Global Positional Sistem) que monitorea todos sus movimientos.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here