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Eliane Karp tendrá que responder por restos de Leymebamba y objetos de oro del Señor de Sipán
‘Gringacha’ fue denunciada en el 2006 por arqueólogo Kauffman y congresista De la Matta por llevarse cientos de piezas a España, Francia y China.
Durante el allanamiento que hizo en el 2001 el fiscal Hamilton Castro a la casa del ex presidente Alejandro Celestino Toledo Manrique (76) en La Molina, se halló en una urna una ‘Mascaypacha’, aparentemente de oro.
El hallazgo hizo reverberar las denuncias que hicieron en su momento el arqueólogo Federico Kauffmann y la legisladora aprista Judith de la Matta sobre pérdida de patrimonio arqueológico en el extranjero en el que estaba involucrada Eliane Chantal Karp Fernenbug.
En el primer caso, en junio del 2006, Kauffmann Doig denunció que la entonces primera dama retiró de manera inconsulta huacos, telares y doce momias de 800 años de antigüedad pertenecientes a la comunidad de Leymebamba.
Lo que había ocurrido era que la pareja Toledo-Karp, en las postrimerías de su mandato, había cedido las momias para la exhibición denominada ‘Los secretos de Chachapoyas’, en Viena (Austria), exponiéndolas al deterioro, el robo y la falsificación.
Las piezas arqueológicas usadas en las muestras fueron sacadas de la comunidad de Leymebamba de forma silenciosa, ante el asombro y la incomodidad de los comuneros, debido a una Resolución Suprema que encajó a Karp como anillo al dedo.
Y esa no sería la única denuncia, pues la legisladora del Apra Judith de la Matta advirtió que se intentaba traficar con el patrimonio arqueológico que se exhibía en el mundo en las postrimerías del gobierno ‘chakano’.
De la Matta reveló que había recogido la versión de un informante en el sentido de que se estaba planificando traficar con piezas de las exhibiciones inauguradas por Karp Fernenbug en España (Alicante), Francia (París) y China (Pekín).
‘La denuncia se refiere a las piezas arqueológicas que están saliendo fuera del Perú para ser exhibidas en todo el mundo. Se estarían cambiando por unas réplicas de nuestros verdaderos tesoros’, advirtió.
La legisladora exigió a la Contraloría y al Instituto Nacional de Cultura (INC) que se realizara un control escrupuloso de todo el material que retornara a nuestro país para tener la seguridad de que se trataba de piezas auténticas.
Entonces se supo que eran cinco las exposiciones simultáneas de objetos arqueológicos precolombinos que se realizaban en Asia, Europa y América.
Muchas de esas muestras terminaron cuando Eliane Karp, Alejandro Toledo y las autoridades del INC ya habían liado bártulos y puesto pies en polvorosa.
La ola de inauguraciones de Eliane terminó en China con la exposición ‘Los Tesoros de los Incas y sus Antepasados’, que se inició el 18 de abril y permaneció en el principal museo de Pekín hasta el 13 de setiembre del 2006.
Allí se exhibieron en total 248 piezas, entre joyas de oro y plata, artículos para sacrificios ceremoniales, cerámicas, textiles y otros objetos, en su mayoría funerarios.
El 4 de abril, Eliane Chantal Karp Fernenbug había inaugurado en el Museo del Petit Palais de París la exposición ‘Perú, del Arte de Chavín a los Incas’ que reunió 200 piezas de 13 culturas y de 15 museos peruanos.
Entre las piezas se encontraban desde la estatuilla Chavín de ‘El autodegollado’ hasta los suntuosos ornamentos de oro del ‘Señor de Sicán’, pasando por los mantos mortuorios de la cultura Paracas.
Eran en total obras maestras de 13 culturas precolombinas del Perú hechas de oro, plata, cobre, madera o hueso, que la ‘Gringacha’ paseaba por el mundo como una folclórica despedida.
El 20 de marzo del 2006, Karp había inaugurado la exposición ‘El Señor de Sipán: misterio y esplendor de una cultura preinca’ en el Museo Arqueológico de Alicante (España).
