MENU
Juez Hixson verá extradición de Alejandro Toledo el 4 de septiembre como antesala de lo que será el proceso contra Eliane Karp
El reloj empezó a andar hacia atrás para el ex presidente peruano y su esposa hebrea, ahora que la justicia norteamericana parece haberles empezado a preparar de a pocos las maletas. Su último refugio es un departamento en el condominio ‘Country Sharon’, también en Menlo Park (California), a unas diez cuadras de donde vivían.
‘Bonnie y Clyde’. Así es como han empezado a ser llamados dentro de la comunidad peruana en California el ex presidente Alejandro Toledo y su esposa Eliane Karp, ahora que la justicia norteamericana se prepara para resolver los pedidos de extradición de ambos, vinculados a la recepción y el lavado de US$ 35 millones por los casos Odebrecht y Ecoteva.
El ex jefe de Estado peruano y su primera dama han empezado la cuenta regresiva para sus extradiciones en el cómodo departamento N.º 222 del complejo residencial ‘Country Sharon’, ubicado en el 2225 de Sharon Road, Menlo Park, adonde se mudaron silenciosamente entre la mañana del sábado 27 y la noche del domingo 28 de junio pasados, una vez que el juez estadounidense Thomas S. Hixson lo autorizó.
Unos días antes, el miércoles 24 de junio, el magistrado que procesa a Toledo Manrique por haber recibido US$ 35 millones de Odebrecht lo autorizó a abandonar la residencia de dos plantas que ocupaba junto a su esposa Eliane Chantal en el N° 1370 de Trinity Dr. Menlo Park-California 94025, a unas diez cuadras del lugar en el que actualmente viven.
LA PRIMERA SEMANAL fue alertada de la ubicación de la nueva vivienda ‘chakana’ por una peruana residente en California, quien dijo- bajo cargo de confidencialidad- que no lo quieren ahí.
Por este departamento, que consta de dos dormitorios, dos baños, una sala, un comedor, una cocina y un escritorio (ver plano adjunto), la ex pareja presidencial paga cerca de US$ 5,000, mucho menos de los US$6,500 que abonaba mensualmente por la casa de dos plantas de Trinity Drive.
En cuanto a las áreas comunes, el complejo residencial cuenta con piscinas y canchas de tenis, un deporte que- a propósito- no es ajeno al ex mandatario peruano ni a su esposa.
Hay que indicar que Celestino Toledo no puede ir más allá de un radio de 500 metros sin que lo detecte el Sistema de Posicionamiento Global (GPS por sus siglas en inglés) que tiene adherido a una de sus piernas, lo que impediría que visite a sus amigos de Menlo Park.
Hace unos días, el fiscal José Domingo Pérez presentó ante el juez Richard Concepción Carhuancho la acusación contra Toledo Manrique por el caso Odebrecht, en el que ha pedido una pena de 9 años por el delito de colusión y 11 años y seis meses por lavado de activos, lo que- por la figura de concurso real- sumaría 20 años y seis meses de cárcel.
El viernes 4 de septiembre, el juez Thomas S. Hixson presidirá una audiencia virtual en la que evaluará la viabilidad de la extradición del ex mandatario peruano.
Además de este proceso, Toledo afronta otro por el caso Ecoteva, en el que también está comprometida su esposa Eliane Karp.
El ‘sano y sagrado’ abandonó la penitenciaria Maguire en el condado de San Mateo, en California, el 21 de marzo último, luego de que la Corte del Distrito Norte aceptara los argumentos de la defensa en el sentido de que su vida corría peligro si era alcanzado por el Covid-19.
