El periodista criticó el legado de Alberto Fujimori tras su muerte, señalando que su dictadura fue la peor en la historia del Perú y que su impacto negativo persiste en la cultura y las instituciones.
En su más reciente pódcast, el periodista César Hildebrandt se refirió a la muerte de Alberto Fujimori y, lejos de suavizar su postura, reafirmó que fue el peor dictador en la historia del Perú.
“El verdadero drama es que Fujimori nos quiso matar como país”, expresó Hildebrandt, agregando que su muerte no borra el hecho de que Fujimori impuso su voluntad durante años, alentando lo peor de la idiosincrasia peruana. Según el periodista, durante el régimen de Fujimori se asentaron valores como la “viveza” y el cinismo, transformando estas actitudes en virtudes sociales que siguen presentes hasta hoy en día.
“El dictador Fujimori ha muerto, pero la muerte no borra el hecho de que Alberto Fujimori fue un dictador. Y no solo un dictador, sostengo que fue el peor dictador de la historia del Perú. El hombre de la yuca y el tractor no solo impuso su voluntad, sino que gratificó las fuerzas más negativas, los talentos menos honrosos y las inclinaciones más terribles de nuestra idiosincrasia”, dijo. Además, César Hildebrandt añadió que Fujimori, con su dictadura, controló el Congreso, el Poder Judicial y los medios de comunicación, instaurando una cultura de la desfachatez.
“Con él se instaló entre nosotros la cultura combi, la viveza como virtud, la desfachatez como norma y el cinismo como coartada a la mano. Su dictadura lo cubrió todo, el Congreso, el Poder Judicial, la Contraloría, la Fiscalía, la gran prensa y la televisión de cascos ligeros”, sentenció Hildebrant, y acotó que el régimen de Fujimori fomentó una “adoración pagana por la picaresca”, donde su capacidad para mentir y manipular era vista como admirable por muchos.
“Solo un país colonizado por la barbarie puede olvidar que Fujimori destrozó el tejido de instituciones que hacía posible el equilibrio de poderes. El verdadero drama es que Fujimori nos quiso matar como país, no olvidemos eso y no renunciemos a detestar a quienes quieren borrarnos la memoria”, finalizó el periodista.
“Keiko envidió a su padre e incendiaría el país por obtener el poder”
En su reciente columna del 13 de setiembre, César Hildebrandt abordó el fallecimiento de Alberto Fujimori y recordó cómo Dina Boluarte, en la campaña de 2021, lo había descrito como un “personaje oriental” que trajo vergüenza al país. Hildebrandt señaló que, si Fujimori hubiese respetado la convivencia democrática con el Congreso, podría haber sido un gran presidente. Sin embargo, el cierre del Parlamento y la instauración de una dictadura marcaron su gobierno, llevando a una corrupción generalizada.
El periodista también analizó cómo el autogolpe de 1992 permitió a Fujimori concentrar un poder sin precedentes en el siglo XX peruano. Asimismo, mencionó los antecedentes dudosos del exdictador, como su manejo en la Universidad Agraria y su relación con Vladimiro Montesinos, quien se convirtió en su principal operador político.
Finalmente, Hildebrandt reflexionó sobre la herencia política de Fujimori, mencionando cómo fue promovido por Alan García como una alternativa al ajuste económico neoliberal. Criticó la instauración del neoliberalismo en el Perú bajo el fujimorismo y describió a Keiko Fujimori como una figura ambiciosa, capaz de utilizar cualquier recurso para lograr el poder que una vez ostentó su padre, reflejando el legado complejo y polémico de su familia.