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En Huancavelica celebran la decisión del Ministerio de Cultura que declaró Patrimonio Cultural de la Nación como Paisaje Cultural Asociativo al Apu Tambraico, la montaña ubicada entre los distritos de Lircay, provincia de Angaraes; y Pilpichaca, provincia de Huaytará.
El Ministerio de Cultura destacó que el Apu Tambraico es un símbolo de identidad, historia y cultura de la población de Huancavelica. En la Resolución Viceministerial 000149-2020-VMPCIC/MC, se reconoce el valor cultural del Apu Tambraico por encontrarse localizado dentro de un ecosistema altoandino por encima de los 4,200 metros sobre el nivel del mar y ser uno de los pocos espacios en la región que guarda la relación histórica entre las sucesivas sociedades de pastores y su territorio.
Identidad y cosmovisión andina
Explica que, a lo largo de 500 años, el territorio que circunscribe el paisaje cultural ha sido ocupado por diversos pueblos ganaderos que modelaron la geografía del lugar para la crianza de camélidos y le otorgaron un significado espiritual y religioso.
“Dentro de este paisaje se manifiestan una serie de tecnologías de manejo territorial que permitieron el desarrollo de una ganadería sostenible a lo largo del tiempo, muestra de ello son las distintas formas de corrales y canales de irrigación para el aumento de pastos, todo ello contemplado con una serie de conocimientos locales, transmitido a través de generaciones para el manejo del ganado”, indica la norma.
El Ministerio de Cultura resalta que el Apu Tambraico es un elemento central de un territorio sagrado, cuyas montañas y lagunas están presentes en la cosmovisión de las sociedades ganaderas actuales.
“La realización de las ofrendas al Apu Tambraico forma parte del calendario y es llevada a cabo por una serie de autoridades locales, denominados nombrados, quienes representan a la comunidad y son intermediarios entre la población con el Apu”, subraya la resolución.
Por estos antecedentes, el Paisaje Cultural Apu Tambraico es un referente de la identidad cultural de las poblaciones de Angaraes y Huaytará, y para los pueblos que habitan en su entorno.
