Como primera medida para dotar de una nueva imagen a una institución asociada los últimos tiempos a la corrupción, el nuevo presidente de la FIFA, Gianni Infantino se calzó los borceguíes para disputar un partido de fútbol que reunió a antiguas estrellas como los portugueses Deco y Figo, este lunes en la sede de la FIFA en Zúrich. Así, se pudo ver a Infantino, hincha del Inter de Milán, cometiendo una falta entre risas sobre el todavía veloz Deco en uno de los campos de fútbol en la sede de la FIFA. Otras antiguas estrellas del fútbol como Carles Puyol, Andrei Shevchenko, Robert Pires, Clarence Seedorf, Paolo Maldini o Fabio Cannavaro también se vistieron de corto para este partido, que enfrentó a dos equipos formados ambos por hombres y mujeres, como símbolo de la voluntad de la FIFA de incorporar a la mujer a las instancias del fútbol.