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Durante la campaña electoral, la Primera Dama, Nadine Heredia ganó mucho protagonismo con sus intervenciones desde las redes sociales. Primero con su apoyo abierto al hoy ex candidato presidencial Julio Guzmán, sus cuestionamientos a las autoridades electorales, su guerra aparte con Keiko Fujimori, y después su confrontación con el ex presidente Alan García, porque este dijo estar de acuerdo con la decisión del Jurado Electoral Especial Lima Centro 1, que permitió la permanencia en la contienda a la postulante de Fuerza Popular.
Esta suerte de, campaña aparte, de la esposa del presidente Ollanta Humala, fue considerada por sus adversarios como una cortina de humo para distraer la atención pública por las denuncias que pesan en su contra por el caso de las agendas, que ahora también salpican a su ex asistente y candidata presidencial del Frente Amplio, Verónika Mendoza.
Pueden tener razón, pero lo cierto es que la situación de Nadine Heredia se complica toda vez que a las investigaciones por supuesto lavado de activos, la fiscalía la ha incluido también en las averiguaciones que se siguen por el caso de corrupción llamado Lava Jato, y por ello solicitó ampliar por 40 días las indagaciones.
El caso Lava Jato ha tocado también al presidente Ollanta Humala, mencionado en un informe de la policía federal brasileña, tras lo cual se dijo que el jefe de Estado habría recibido una coima de tres millones de dólares de parte de la empresa brasileña Odebrecht.
Nadine Heredia ha sido citada por la Comisión Lava Jato para este 31 de marzo para que responda por las anotaciones que habría en sus agendas sobre reuniones con empresarios brasileños. No ha respondido aún si se presentará o no, o si lo hace -seguramente- seguirá con su actitud de acogerse a su derecho al silencio, como en anteriores ocasiones.
El Ministerio Público también la citará, tal vez cuando el fiscal encargado del caso retorne de Brasil, adonde viajará para recabar mayor información sobre el tema. Y cuando la notifique no podrá negarse.
La primera dama tiene mucho que explicar. Uno es la anotación en una de sus agendas “reunión con el Sr. Jorge Barata, representante de Odebrecht en el Perú- OH”, esta última sería la sigla Ollanta Humala.
De manera que en los próximos días deben presentarse más novedades en el caso Lava jato. El presidente de la comisión parlamentaria, Juan Pari, reveló que se ha dispuesto levantar el secreto bancario a Nadine Heredia y otros 431 investigados. Es muy difícil que se encuentren cuentas a su nombre, pero por las investigaciones realizadas se han detectado algunas en bancos del exterior a nombre de otras personas de su entorno.
De manera que la novela Nadine Heredia tiene para varios capítulos más. Quizá siga interviniendo en la campaña electoral. Ella necesita de una bancada que le cubra las espaldas en los próximos cinco años, y como su partido no tendrá representación en el Congreso al haber sido retirado de la contienda electoral, seguramente buscará el respaldo en alguna otra agrupación.
Por eso apoyó a Guzmán cuando las encuestas le daban una buena ubicación, pero al haber sido excluido ahora estaría apuntando en su ex asistente Verónika Mendoza, a quien ya defendió cuando en un informe periodístico se dio cuenta que algunas anotaciones de sus agendas serían del puño y letra de la también congresista, quien al igual que su ex jefa se niega a someterse voluntariamente a una prueba grafotécnica y se va por la tangente cuando le preguntan sobre el tema.
No se sabe en qué lugar quedará la candidata del Frente Amplio, pero en los días que faltan para las elecciones del domingo 10 de abril, lo más probable es que la primera dama seguirá interviniendo en la campaña desde sus redes sociales. ¿Le dará resultado? El tiempo lo dirá. Hasta mañana amigos de La Primera.
