El presidente Ollanta Humala, según la última encuesta de Ipsos, cierra el 2015 con 16% de respaldo; es decir que perdió en el último año 14 puntos porcentuales de aprobación. Ello, debido a cinco crisis políticas que enfrentó en los estos últimos doce meses y que hicieron tambalear al gobierno nacionalista.
Los primeros efectos de la desaceleración económica, los altos índices de inseguridad, y las crisis políticas, como la censura a Jara o las agendas de Nadine, que debilitaron a su Gobierno, son los principales causantes del bajón. A continuación el resumen de esta historia.
El gobierno de Ollanta Humala quedará en la historia. No, necesariamente, por su política de inclusión social, sino por la caída de su sexto Gabinete Ministerial. La noche del 30 de marzo, la entonces primera ministra, Ana Jara, fue censurada por el Congreso, que la consideró responsable política del rastreo que hizo la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) a políticos, empresarios y periodistas. Antes de Jara, la última censura a un titular de la PCM había ocurrido hace 51 años durante el primer mandato de Fernando Belaunde Terry.
El caso Martín Belaunde Lossio también hizo mella en la actual gestión. MBL fue puesto tras las rejas un año después de darse su orden de captura. El investigado por los casos ‘La Centralita’ y Antalsis fugó del país, pidió refugio en Bolivia, fue capturado en La Paz y volvió a escapar. Todo durante ese tiempo. Esta situación provocó críticas desde la oposición, que acusaron a Ollanta Humala de proteger a su ex asesor de campaña. El empresario, recluido en Piedras Gordas, guarda silencio hasta hoy.
PERDIÓ PODER EN EL CONGRESO
Por otro lado, de los 47 congresistas con los que empezó el gobierno de Ollanta Humala, solo 27 siguen siendo nacionalistas. De los 20 que se fueron, la gran mayoría recaló en otras bancadas y han asumido un rol opositor. Esto se vio reflejado en la elección de la última Mesa Directiva: Luis Iberico ganó la Presidencia del Parlamento. Incluso, el oficialismo no tuvo candidato propio.
Pero el peor escándalo de todos fue el de las agendas, que empezó a mediados de agosto, cuando el programa de TV “Panorama” reveló el contenido de cuatro agendas, cuya autoría Nadine Heredia negó en un primer momento. Estas libretas dan cuenta de depósitos por más de US$ 3 millones a favor de la primera dama. Este caso generó una nueva crisis en el gobierno humalista. Estos documentos forman parte de la investigación del fiscal Germán Juárez Atoche sobre los presuntos aportes fantasmas al Partido Nacionalista.
Y, la crisis continúo con la renuncia de Marisol Espinoza a inicios de setiembre. La única vicepresidenta que le queda a Ollanta Humala, presentó su renuncia al Partido Nacionalista. Un mes después se fue de la bancada oficialista. La propia Espinoza, quien aún no define su futuro político, dijo que el caso de las agendas de Heredia fue determinante para decidir alejarse del nacionalismo. Hoy, Humala es un presidente cada día más solitario.