ODEBRETCH NAO E BRINCADEIRA

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Foto editorial La PrimeraHay que decirlo en todos los idiomas. El caso Odebretch, que forma parte del escándalo de corrupción Lava Jato en Brasil, no es cosa de juego y como tal se está conduciendo la justicia en ese país. Mientras que aquí en el Perú se está pasando por agua tibia un caso de corrupción que debería ser investigado con mayor energía y celeridad. Este letargo hace pensar que hay nombres que no se quieren mencionar y que hay un poder oculto que está presionando y reactivando sus artilugios para que no se sepa toda la verdad. Eso no se debe permitir.

En Brasil no bastó para Odebrecht dar las cifras de las últimas seis décadas en financiación ilegal de campañas, sino que ahora, con la confesión de sus ejecutivos a todo vapor, puso en jaque a la clase política, frenó al Congreso y recortó el escenario para las elecciones presidenciales de 2018. Los últimos cinco presidentes están siendo investigados por el Lava Jato: José Sarney, Fernando Collor de Mello, hoy senador, Cardoso, Lula y Rousseff.

Para salvar al heredero del grupo, Marcelo Odebrecht, condenado a 19 años de prisión, la empresa ha revelado su parte corruptora en todo el mundo, incluso en la Argentina, pero en Brasil ha ido más allá: desde una posición de debilidad -la cárcel- ha copado la agenda del Ministerio Público e incluso el destino de la Operación Lava Jato.

Sobre todo porque el poder de fuego judicial se agigantó tanto que puede frenar las aspiraciones de retorno de Luiz Inácio Lula da Silva o incluso de los tres posibles candidatos del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aecio Neves, José Serra y el gobernador paulista, Geraldo Alckmin, todos investigados por recibir millones de dólares de Odebrecht.

Surge, así, la figura que los cultores de la anti-política están promocionando desde varios sectores de poder: la del alcalde de San Pablo, el empresario Joao Doria, a quien varios medios de comunicación apuntan como un ‘outsider’ que puede representar una salida dentro del sistema.

Esta parte de la Operación Lava Jato exhibe, también, la sórdida batalla entre los poderes del Estado: el Ministerio Público y el Poder Judicial contra el Congreso. Tal cual se está presentando aquí en nuestro país.

El equipo del Lava Jato presentó al Congreso un proyecto con 10 medidas contra la corrupción, pero las denuncias de que hay un estado de excepción en los procedimientos hicieron que parte del Congreso respondiera con un proyecto que prevé aumentar las penas por abuso de autoridad a jueces, fiscales y comisarios.

La divulgación de las investigaciones abiertas por orden del juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal (STF), podrán tener consecuencias más rápidas contra Lula, ya que como no tiene fueros el caso estará en manos del juez Moro, quien ya lo está juzgando en otros dos procesos.

Si Lula es condenado y su sentencia ratificada en segunda instancia, no podrá presentarse a elecciones. Por eso el líder del PT, favorito en las encuestas, se apuró a anunciar ayer que su intención era ser candidato.

Moro divulgó el vídeo de Odebrecht declarando la semana pasada ante el, en el cual dice que sobornaba al Partido de los Trabajadores vía Antonio Palocci, ex ministro de Economía hoy preso, y que había reservado dinero en cuentas ilegales para mantener el Instituto Lula una vez que el ex sindicalista saliera de la presidencia y dejara su lugar a Dilma Rousseff, destituida en 2016.

Temer aparece en un pedido de investigación por pedirle supuestos sobornos a Odebrecht para su partido, el PMDB, pero sólo podrá ser juzgado una vez terminado su mandato, el 31 de diciembre de 2018.

Hasta el ex presidente Fernando Henrique Cardoso y toda la primera línea del PSDB serán investigados: destacable es que el ex presidente “tucano” no deberá ser sometido a Moro sino a un juez que será sorteado en San Pablo.

El caso Petrobras, surgido en 2014 por un arreglo de coimas de contratos, reveló una trama de décadas de financiación ilegal de la política.

Mientras que en nuestro país los congresistas y políticos están contribuyendo a la cartelera de cortinas de humo, que sólo sirven para distraer la atención de la prensa para que no profundice sus investigaciones hacia estos temas de corrupción multimillonarios, que han perjudicado al Estado Peruano, con sobrevaluaciones que han sido pagadas con el dinero de todos los peruanos. No hay que dejarse distraer y caer en el juego del engaño político, cuidemos nuestros intereses y vayamos por todos los culpables empoderados o no, hasta las últimas consecuencias. Hasta mañana mis amigos de Primera.

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