Países de la región buscan acordar nuevas regulaciones sobre la pesca internacional
La presencia de barcos chinos es significativa en la actualidad.
Actualmente, la flota pesquera china ha intensificado notablemente sus operaciones en aguas internacionales, en particular cerca de las zonas económicas exclusivas de naciones como Perú, Ecuador y Chile. Estas embarcaciones generalmente realizan sus actividades en alta mar, más allá de las 200 millas náuticas, lo cual ha suscitado inquietudes respecto a la sostenibilidad de los recursos marítimos y la pesca no autorizada.
La creciente presencia de la flota pesquera china en proximidades de la zona económica exclusiva de Perú ha generado debates y preocupaciones en meses recientes. Dichos barcos suelen navegar justo al límite de las 200 millas náuticas, manteniéndose así en aguas internacionales; sin embargo, su presencia y métodos de pesca pueden afectar significativamente la biodiversidad y los recursos marinos de la región.
Impacto en la pesca
La creciente presencia de barcos chinos y su pesca intensiva representan una amenaza significativa para la biodiversidad marina y la sostenibilidad de los recursos pesqueros. Estas prácticas pueden llevar a la sobreexplotación de especies como la pota, alterando los ecosistemas y poniendo en riesgo la capacidad de los océanos de proveer alimentos y otros servicios ecológicos vitales.
La incursión de barcos chinos dentro de las 200 millas marítimas resulta en actividades de pesca ilegal, no declarada y no regulada (INDNR), que, incluso cuando se llevan a cabo en aguas internacionales, pueden afectar negativamente tanto a las economías locales como a los ecosistemas marinos. Dichas prácticas tienen el potencial de minar los esfuerzos por la conservación y la gestión sostenible de las poblaciones de peces, restringiendo el avance hacia la sostenibilidad a largo plazo y la justicia social.
Medidas de control
El gobierno de Perú, enfrentando el aumento de barcos chinos en sus aguas, ha implementado una serie de medidas para supervisar y regular estas actividades. Esto incluye la adopción de tecnología avanzada de rastreo satelital y la colaboración con naciones vecinas para intensificar la vigilancia marítima y asegurar el cumplimiento de las normativas nacionales.