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La más que posible adjudicación como sede de algunos eventos relevantes de los deportes electrónicos, junto con sus competidores de éxito, hacen que sea una potencia de la región en este ámbito
Los eSports están resultando un fenómeno de masas a nivel global. Sus audiencias ya están en torno a los 500 millones de espectadores anuales en el mundo y la previsión es que sigan creciendo en el corto plazo. Y si suben las audiencias, también lo hacen los ingresos, de los cuales, en torno a un 70% vienen de la publicidad y los patrocinios. En 2021 fueron unos 1.100 millones de dólares; y la previsión de cara a 2024 estaría por encima de los 1.500 millones. Así pues, hablamos de un profundo impacto en el sector del ocio digital y de la economía en general.
Este es un impacto que puede ser muy atractivo para diversas regiones, pues aporta creación de riqueza y puestos de trabajo, además de realizar una promoción muy beneficiosa de la localización donde se realizan estos campeonatos, especialmente si tienen el carácter de competencia mundial. Precisamente, la región de Latinoamérica es una de las más atractivas para este sector; tras su crecimiento imparable en Asia y su consolidación en Europa, esta zona representa una apuesta a tener en cuenta, dado que se está concentrando allí una parte importante de la audiencia actual (se calcula que unos 70 millones de espectadores anuales en América Latina) y tiene un gran potencial de crecimiento por su vínculo con los videojuegos.
Perú puede tener un papel importante en esta expansión del fenómeno de los eSports en la región. De hecho, varios digitales apuntan a que una de las sedes del popular Majorde Dota2 “Dota Pro Circuit” de 2023 sería Lima, lo que representa un acercamiento importante al país por parte de uno de los organizadores más relevantes del ecosistema de los eSports. La celebración en Lima el próximo marzo de 2023 de uno de los prestigiosos Major implica atraer la atención de una importante cantidad de público internacional, no sólo visualizando el evento, sino también con visitas a los portales de apuestas para ver las opciones de los distintos equipos en esta competencia de Dota 2 y con un importante tráfico en las redes sociales que se hace eco del devenir de esta competición. Hoy los eSports son algo más que un espectáculo creciente en espectadores; se está convirtiendo en un auténtico fenómeno a nivel económico y social; y esto tiene su impacto en los países donde se celebran estos torneos.
Y conectando con esta popular competencia de Dota 2, cabe señalar que en la edición anterior fue el equipo integrado por peruanos “Thunder Awaken” quien se alzó con la victoria. Este exitoso conjunto se ha disuelto recientemente, pero Matthew, Pakasz, Chris Luck yPandaboo se han vuelto a reunir en las últimas semanas como integrantes del “Evil Geniuses”, junto al boliviano Wisper, por lo que su potencial para competir sigue a alto nivel, aunque en otro escuadra. Precisamente, el nivel competitivo de los jugadores peruanos es otro de los activos importantes del país para representar un elemento de arraigo y expansión de los eSports.
Retos para el corto y medio plazo
Pero para poder asentar esta potencialidad aún queda mucho trabajo por hacer. Uno de los elementos que podrían resultar facilitadores es aumentar las ligas locales, ya sean a un nivel más profesional o amateur. En el caso de los amateurs, se puede crear una importante base de jugadores y clubs, cuya evolución dará lugar a competidores para torneos de mayor relevancia mundial. Esto también propiciaría un mayor número de aficionados, que consolidaría la posición de Perú como sede para este tipo de grandes competencias.
Por otra parte, algunos expertos afirman que, además de lo antes citado, en la región hace falta más trabajo conjunto en lugar de potenciar la competencia entre las partes, profesionalizar más los deportes electrónicos y atraer a marcas mediante unos contratos y una organización mejor planteada. Lo cierto es que todo parece indicar que superar estos retos podría llevar a Perú a un lugar privilegiado respecto de este fenómeno que aporta riqueza y puestos de trabajo, además de obligar a crear una infraestructura que puede ser beneficiosa para otros sectores que también influirían positivamente en la economía local. En definitiva, un objetivo a tener muy en cuenta y que puede aportar beneficios de gran relevancia.
