PURA BABA

0
2169

EditorialEs un término periodístico que se aplica a una noticia elaborada en base a supuestos, sin fundamentos, e inflada a punta de ninguna prueba. Esto encaja perfectamente con la información que se propaló con aspaviento, en la noche del domingo último, en un canal de televisión, sobre una aparente investigación en curso de la DEA al secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, que se pretende estirar tendenciosamente, como chicle, a Keiko Fujimori, en la recta final de esta segunda vuelta electoral. La muleta de la denuncia no es otra que una declaración al paso de una vocera norteamericana que ha roto todo protocolo en un proceso reservado, como ella misma admite.

La supuesta investigación tendría como fundamento una denuncia periodística de un piloto de aviones llamado José Luis Vásquez, a quien  Ramírez acusó anteriormente de haberlo intentado extorsionar con unos supuestos audios. La intención de toda esta tramoya periodística es clara y va dirigida a bajarle la llanta al arrollador tractor político en que se ha convertido la campaña de Keiko Fujimori, vinculándola a improbables manejos económicos de lavado de dinero que ella ya rechazó tajantemente en los medios periodísticos.

Llama la atención que estos hechos salten a la luz justo cuando las encuestadoras empiezan a dar cuenta de que quien lleva la delantera en los últimos sondeos es la candidata de Fuerza Popular, quien le ha sacado ya varios puntos de ventaja a un desatinado líder de Peruanos Por el Kambio, Pedro Pablo Kuczynsky. Pero llama más la atención que este bluf periodístico se origine en los Estados Unidos, el país de PPK, pues hasta el momento no se ha informado del fin del trámite de la supuesta renuncia a su nacionalidad. Lo que está en riesgo ahora no son sólo las apetencias de un político que nunca ha querido al Perú, sino los intereses del Tío Sam en esta parte del hemisferio. No hay que olvidar que PPK fue a los Estados Unidos a buscar préstamos por 10 mil millones de dólares para su programa de agua para todos y para su seguro de desempleo, lo que dejará seguramente millonarias comisiones. Esto como botón de muestra, pues también está el manejo de la lucha antidrogas en el coto de caza que representa el VRAEM y la hegemonía de empresas norteamericanas en los temas minero, petrolero y gasífero.

Lo saludable en este caso sería que la embajada se pronuncie de manera oficial, lo cual es poco probable, pues se supone que este tipo de investigaciones son secretas y exponerlas al ojo público las echaría por tierra. Y ni la DEA ni los Estados Unidos proceden de esa manera. De cualquier forma, Keiko Fujimori ya le puso el cascabel al gato, al anunciar públicamente que pedirá un informe pormenorizado de lo ocurrido a la delegación extrajera en nuestro país encabezada por Brian A. Nichols.

El analista político Víctor Andrés Ponce ha señalado que esta información- la propalada en televisión- carece de fundamento y se muestra débil, pues no cuenta con  pruebas concretas como por ejemplo la existencia material del supuesto audio donde se escucharía las declaraciones de Ramírez comprometiendo de alguna manera a la candidata de Fuerza Popular. En la opinión de Ponce, la intención de querer comprometer a Keiko Fujimori en negados manejos oscuros va a redundar a su favor, pues lo débil de la información propalada va a delatarse como un intento artero y bajo de querer disminuirla en la aceptación popular. Esta intención abonaría a su favor y haría que aumente su preferencia, aún más, entre los electores.

La guerra electoral ha sido declarada con este tipo de proceder. Hasta el domingo fue una especie de guerra fría, con ciertos atisbos de fusilería, pero este último ataque frontal, artero, anuncia, sin duda alguna, un fuego graneado muy intenso en las próximas semanas sobre las cabezas de los candidatos. Lo importante es no cruzar la delgada línea de la verdad en los fundamentos utilizados para criticar a sus oponentes.

En esta trinchera nos mantendremos expectantes y listos para dar una batalla a brazo partido, con la única arma de la opinión, siempre bajo el principio rector de la objetividad periodística. Hasta mañana mis amigos de Primera.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here