¿Quién se los tomó o se evaporó?

¿Dónde están los millones de litros de agua que según el propio Rudecindo Vega existía en los reservorios de Sedapal para abastecer por lo menos 15 días a la población de la capital en caso de alguna emergencia? Los hechos demuestran que todo fue una mentira para tratar de justificar el alza del servicio de agua potable. Y para colmo, Vega, como para lavarse las manos, emplazó a los alcaldes distritales a coordinar con él el abastecimiento de agua a las cisternas de los municipios, a fin de que se redirija los vehículos a zonas en los que se los necesite. Rudecindo quiere que lo llamen ¿Por qué él o sus asistentes llaman a cada alcalde y coordina directamente? Si siendo jefe de Sedapal se comporta así, ¿se imaginan como sería si fuese presidente de la República? Que miedo.