REALIDAD POLÍTICA PARALELA

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El presidente, Martín Vizcarra, pidió “voltear la página” tras el último choque de poderes con el Poder Legislativo. Pero pareciera que ya llevamos buen tiempo pasando páginas y yendo a la misma hoja, una y otra vez, como en un universo paralelo.
En medio de la pandemia, el Gobierno y el Congreso tienen la responsabilidad de la recuperación nacional, están al cierre de sus gestiones y frente a los comicios generales programados para abril de 2021, los cuales aún no cuentan con reglas claras dado que gran parte de la reforma política impulsada por Martín Vizcarra no ha alcanzado resultados en el Parlamento.
Haciendo un resumen, en las últimas semanas el Perú experimentó una nueva crisis política entre el Gobierno y el Congreso. El gabinete de ministros, que había jurado apenas el 15 de julio, no recibió el voto de confianza del Parlamento y tuvo que renunciar. Al presidente Vizcarra solo le quedó la opción de acogerse a la decisión y cambiar de primer ministro, depositando su fe en Walter Martos, quien hasta entonces era ministro de Defensa.
En tanto, el país lleva más de 150 días en Estado de Emergencia por la propagación del brote del Covid-19, que ya ha dejado una cifra oficial superior a los 20 mil muertos. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática, solo en Lima se han perdido más dos millones y medio de empleos entre abril y junio. Según el Instituto Peruano de Economía, la crisis actual vaticina una caída de entre el 14 y 15% del Producto Interno Bruto. Noticias nada alentadoras, por cierto.
Desde la instalación de este Congreso transitorio, la relación con el Ejecutivo no ha mejorado. Y, en estos meses de pandemia, se han repetido los enfrentamientos, que van desde pedidos constantes de interpelación a ministros hasta la reciente negativa al gabinete bajo supuestos intereses de algunos parlamentarios ligados a universidades.
Mucho se están especulando sobre qué hubiera pasado si el Congreso disuelto se hubiese mantenido, creo que con el contexto del Covid-19, con un Gobierno debilitado y con una etiqueta de Congreso obstruccionista hubiéramos estado en una posición peor. No quiero excusar el errático y pobre desempeño del actual Congreso, pero termina siendo menos malo. Lo que ocurre es que el Congreso actual está formado con las mismas reglas y los mismos partidos políticos. Tenemos bancadas parlamentarias carentes de ideologías y dogmas propios de partidos político reales, lo que tenemos es presencia de grupos independientes con intereses particulares.
Adicionalmente la reforma política y electoral, que se compone de un conjunto de proyectos de ley que tramitó el Gobierno en abril de 2019, no ha sido del todo atendida por el Parlamento pese a la cercanía de los comicios. En algunos casos, se produjeron nuevas polémicas por aparente manipulación de las fórmulas legales, como la de la inmunidad parlamentaria. Dicha reforma se anunciaba como el cambio sustancial a la política del país para el Bicentenario de nuestra independencia. Pero hasta ahora no hay nada de nada.
Uno de los proyectos de la reforma política fue la paridad y alternancia por género en las listas electorales, la modificación de reglas a la inmunidad parlamentaria, el mayor control al financiamiento político, las elecciones primarias abiertas y simultáneas, y la prohibición de candidatos con sentencia judicial en primera instancia por delito doloso. A la fecha, solo la paridad alternada es la más palpable, aunque sus efectos en el Parlamento recién se notaría en el 2026. No se vislumbran intenciones ni avances al respecto.
En su mensaje a la Nación el presidente Martín Vizcarra anunció la creación de un espacio de diálogo entre organizaciones políticas, autoridades y sociedad civil. A esto lo llamó “Pacto Perú” y tendría como propósito garantizar puntos de desarrollo para el país hacia su Bicentenario. Dichos puntos incluirían la unificación del sistema de salud, el fortalecimiento del sector educativo, la recuperación de las inversiones, las reformas política y judicial, y la lucha contra la pobreza.
El lunes se reúne por primera vez el Pacto Perú, llevando en la agenda el tema del reclamo de los aportes a la Oficina Nacional Previsional (ONP), este nace apapachado por el Acuerdo Nacional, que en términos generales viene a ser más de lo mismo, como releer la misma página cada vez, otra vez. Hasta la próxima semana mis amigos de Primera.

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