A menudo, los ciberataques a cuentas personales ocurren al conectarse a este tipo de redes de conexión a internet
¿Sueles usar redes públicas? El acceso gratuito a Wi-Fi público que se ofrecen en diversos lugares es una forma conveniente de revisar el correo electrónico, ponerse al día en las redes sociales o navegar por la web cuando estamos fuera de casa, sin consumir datos móviles. Sin embargo, los ciberdelincuentes suelen espiar este tipo de conexiones e interceptar los datos que se transfieren, obteniendo acceso a datos bancarios, contraseñas y más información valiosa.
Al conectarse a redes públicas, los usuarios exponen tanto sus interacciones en línea como sus datos personales a una variedad de ciberamenazas, incluyendo espionaje, inyecciones de malware y minería de criptomonedas.
Frente a la encrucijada entre riesgo y conveniencia que representan las redes de acceso público, Microsoft ofrece una serie de consejos de seguridad, para ayudar a personas y empresas a proteger su información y sus dispositivos al navegar en una red Wi-Fi pública:
– Verificar la conexión. Al iniciar sesión en Wi-Fi en una cafetería, hotel, aeropuerto o biblioteca, revisa con algún empleado el nombre correcto de la red. Los detalles son importantes: valida que los caracteres y denominación coinciden con las compartidas por el lugar, ya que podría tratarse de una red apócrifa.
– Emplear conexiones encriptadas. Aunque resulta más sencillo acceder a redes que no solicitan contraseña, este filtro representa una capa extra de seguridad, agregando capacidades de cifrado a la información.
– No realizar compras online. Incluso una vez dentro de la red, es importante tener cuidado de los datos y actividades que exponemos. El comercio electrónico u otro tipo de transacciones digitales podrían poner en riesgo los datos bancarios si se realizan desde una red pública.
– Desactivar la conexión Wi-Fi automática. Es importante tener el control de cuando sí y cuando no conectarse a este tipo de redes. Por ello, se recomienda evitar que el teléfono se conecte de forma automática a las redes circundantes, lo cual puede desactivarse desde la configuración del dispositivo, ingresando a la configuración del Wi-Fi.
– Apagar el Wi-Fi al final. Las computadoras o smartphones continúan transmitiendo información incluso cuando no están en uso, asegúrate de deshabilitar el Wi-Fi cuando termines de usarlo.
– Evitar las transacciones financieras. Para evitar vulneraciones es necesario tener cuidado con las actividades y datos que corremos en redes públicas, por lo que se recomienda evitar información sensible. Procura no realizar operaciones bancarias o consultas financieras hasta llegar a una red segura y confiable.
– Buscar HTTPS. Los sitios web falsos o no seguros no tendrán HTTPS en su dirección. Además, buscar el pequeño icono de candado en la barra de direcciones te ayudará a confirmar que una página web es segura.
Incluso tomando todas estas precauciones, el riesgo de las redes Wi-Fi públicas se mantiene latente, como parte de los peligros de la vida digital. Sin embargo, contar con más capas y medidas de seguridad disminuye la posibilidad de vulneración, por lo que resulta cada vez más relevante tener soluciones de protección que cubran no solo los dispositivos, sino también la información.