Turquía anunció el sábado que «continuará» retirando sus tropas de Iraq a un día de la llamada del presidente de Estados Unidos Barack Obama a su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, quien lo invitó a tomar esa medida para rebajar la tensión entre ambos vecinos.
«Teniendo en cuenta las sensibilidades de la parte iraquí (…)Turquía continuará con el proceso iniciado con la retirada de sus tropas estacionadas en la provincia de Mosul (norte de Iraq)», indicó el ministerio de Relaciones Exteriores turco en un comunicado.
Obama insistió durante la conversación telefónica sobre la necesidad de que Turquía «respete la soberanía y la integridad territorial de Iraq», según el comunicado de la Casa Blanca difundido el viernes.
«Como un miembro comprometido de la coalición mundial contra Dáesh, Turquía está lista para cooperar con Iraq, y coordinar de forma más cercana los esfuerzos para vencer y destruir al grupo terrorista Dáesh», indica la nota de Exteriores turcos.
Durante el primer fin de semana de diciembre, Ankara envió un refuerzo de unos 600 militares con una veintena de tanques a Bashika, a unos 20 kilómetros de Mosul, donde hay desde marzo pasado instructores militares enviados por Ankara.
El envío de esas tropas se justificó en la necesidad de proteger a esos instructores, que entrenan a una fuerza de voluntarios dispuestos a reconquistar Mosul, ciudad que cayó en manos de los yihadistas en junio de 2014.
Los medios turcos indican que, tras el anuncio de hoy del Gobierno turco, un convoy de unos 10 o 12 vehículos se estaban desplazando hacia el norte de Iraq.
Obama saludó de todas formas «la contribución» de Turquía a la coalición militar contra el grupo Estado Islámico (EI) liderada por Estados Unidos.