El defensor puso en duda su continuidad con los “Reds”.
Virgil Van Dijik
Tras la anunciada marcha de Jürgen Klopp a final de temporada, el siguiente quebradero de cabeza del Liverpool es la situación de Virgil Van Dijk, uno de los pilares que termina contrato en año y medio.
El holandés, que en menos de un año podrá negociar con cualquier club, termina su vínculo con el conjunto de Anfield en junio de 2025, igual que Mohame Salah y Trent Alexander-Arnold, otros dos de los futbolistas más importantes del equipo.
Ante los rumores de una posible salida, al no haberse concretado una renovación, Klopp trató de imponer calma frente al futuro del futbolista de 32 años.
“Es algo completamente normal. Está claro que este mundo no te da ni un segundo de respiro. Hace una semana nadie sabía de mi situación. Me quedaban 18 meses de contrato y nadie me preguntó, así que dadnos un descanso. No hay de qué preocuparse”, señaló el alemán.
“Escribid lo que queráis, el club está tranquilo. Todo estará bien, estoy seguro al 100 %. Recomendaría que estéis tranquilos. Muchas veces la preocupación de los aficionados no es tan grande como pensáis. Infravaloráis su inteligencia”, agregó el técnico germano.
Desde su llegada en enero de 2018, Van Dijk se ha convertido en una pieza imprescindible en el esquema de Klopp y figura clave del éxito del Liverpool campeón de Europa y de Inglaterra.
El holandés, sin embargo, cumplirá 33 años el próximo verano y en las últimas dos temporadas ha mostrado signos de cansancio y declive, aunque eso no ha impactado en su regularidad en el once y en su titularidad.
Van Dijk ha jugado 24 encuentros esta temporada y firmó su última renovación en agosto de 2021.