Cuatro policías continúan retenidos en Huancavelica

Ellos fueron aprisionados desde el mediodía de ayer y de momento se desconoce su ubicación exacta. 

Cuatro policías continúan retenidos por manifestantes que en la víspera se enfrentaron a las fuerzas del orden durante una violenta protesta que bloqueó un tramo de la carretera Huancayo-Huancavelica, que dejó 19 policías y dos periodistas heridos de diversa gravedad.

Los agentes del orden retenidos son: el suboficial técnico de primera Carlos Revilla, los suboficiales de tercera Harold Colque Quispe y Edison Arias Flores, quienes prestan servicio en la Unidad de Servicios Especiales, así como el suboficial de tercera Gustavo Argote Lira, quien trabaja en la comisaría de Huayucachi.

Ellos fueron retenidos desde el mediodía de ayer y de momento se desconoce su ubicación exacta y los manifestantes tampoco han revelado adónde los han llevado. La protesta forma parte del paro indefinido asumido desde ayer por un sector de la provincia de Tayacaja, región Huancavelica para exigir el funcionamiento de la Universidad “Daniel Hernández Morillo” en su jurisdicción.

En tanto, los policías heridos, quienes inicialmente recibieron atención de emergencia en el puesto de salud local, fueron trasladados a hospitales y clínicas de Huancayo, para recibir una atención adecuada dado que la mayoría presenta politraumatismos y fuertes contusiones.

Uno de ellos es el suboficial Paul Matos Paredes, quien fue golpeado salvajemente con una piedra en la cabeza y por la espalda por un manifestante, quien se encuentra en cuidados intensivos en una clínica de Huancayo.

Alrededor de 1,500 personas, en su mayoría comuneros de la localidad de Pampas, provincia de Tayacaja, llegaron a tempranas horas para bloquear la principal vía de comunicación que une Huancayo con Huancavelica y Ayacucho.

Al intervenir la policía para desbloquear la carretera, los manifestantes les lanzaron piedras y otros objetos contundentes. En determinado momento, algunos protestantes cercaron a varios agentes del orden, los golpearon y les despojaron de sus armas de reglamento.