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Es tanta la diferencia entre Novak Djokovic (1) y el resto de los jugadores del circuito que al serbio le alcanza con ráfagas de su maestría para eliminar a quien se le ponga enfrente. Este viernes, por las semifinales del Masters 1000 de Miami, fue el turno de David Goffin (15), quien disputó un partido cerrado y se quedó con las manos vacías en dos sets.
El serbio alcanzó su 11ª final consecutiva de Masters 1000 golpeando al belga en los momentos clave. El primer set se fue a tie-break, donde con el score 4-4 el belga desperdició un smash muy sencillo, Nole hizo una defensa espléndida e inclinó el desempate a su favor.
En la segunda manga, estando 2-3 abajo y con evidentes molestias físicas, el número 1 del mundo discutió con el juez de silla cuando éste lo sancionó por tomarse demasiado tiempo para sacar. Bastó ese entredicho para que Djokovic se enojara y mostrara su mejor versión para quedarse con su juego, quebrar el saque rival y encaminar el cierre del encuentro.
Al final fue 7-6 (5) y 6-4 en dos horas y cinco minutos, con 20 tiros ganadores contra 25, pero menos errores no forzados: 29 contra 37. Además, la clave fue el oportunismo del serbio, que tomó 2 chances de quiebre sobre 4, mientras que el belga aprovechó sólo 1 de 5.
Este domingo, Nole buscará su sexto título en el Masters 1000 de Miami frente al ganador Kei Nishikori (Japón) quien logró el pase a la final del Masters 1000 de Miami tras vencer al australiano Nick Kyrgios (26°) en dos sets (6-3 y 7-5). El tenista japonés demostró ser más consistente y paciente que su rival y en casi hora y media de partido se adjudicó el triunfo. Así, alcanzó su 17ª final como profesional y la segunda a nivel Masters 1000.
