Según el medio Hildebrandt en sus trece, la organización acusada de pederastia, posee un gran patrimonio a través de diversas instituciones como colegios, universidades y cementerios, así como empresas offshore.
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El Sodalicio de Vida Cristiana fue recientemente disuelto por el Papa Francisco.
Según Hildebrandt en sus trece, el Sodalicio de vida Cristiana tendría un patrimonio que alcanza los 800 millones de dólares mediante universidades, colegios, cementerios, concesiones mineras y compañías offshore con presencia en países como Estados Unidos, Las Islas Vírgenes Británicas, Chile, Brasil, Colombia y Panamá.
Según fuentes de la revista, el Ministerio Público halló que son dos fuentes principales de los que los bienes de la sociedad provienen de las ganancias de las empresas y las donaciones de sus seguidores. El medio precisa que la modalidad en la que operarían se parece al caso de Alas Peruanas, pues los dirigentes se habrían adueñado de las donaciones.
Asimismo, señalan que la empresa que más recaudó fue la Asociación Civil San Juan Bautista, creada en 1991 por el sacerdote del Opus Dei, José Antonio Eguren Anselmo, ya expulsado, que fue arzobispo en Piura. Esta compañía es dueña de los cementerios de Parque del Recuerdo y de 9 más. Del total, en regiones se ubican 4 y otros 5 en Lima en los distritos de Puente Piedra, Lurín, Callao, Ancón y Carabyllo.
En Arequipa la empresa San Juan Bautista registra cuatro propiedades y en Piura registra 50 inmuebles y ahí los sodalités construyen una urbanización llamada Miraflores country club que ocupa un terreno de 240 hectáreas y está a cargo de la Inmobiliaria Miraflores Perú SAC, que ha sido relacionada a la organización cristiana.
Sodalicio pide perdón a las víctimas
El Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) confirmó, a través de un comunicado, su disolución como institución católica, decisión ordenada por el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y aprobada por el papa Francisco. En el pronunciamiento, la organización aceptó la resolución del sumo pontífice y pidió disculpas a las víctimas de los abusos cometidos por miembros de la congregación.
El texto señala: «Durante nuestra Asamblea General, recibimos la comunicación de que el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, con la aprobación específica del papa Francisco, había decidido suprimir al Sodalicio de Vida Cristiana. Los sodálites asumimos con docilidad esta decisión, manteniendo nuestra confianza en la Providencia de Dios. Reafirmamos nuestra plena obediencia al Santo Padre y lo seguimos acompañando con nuestras continuas oraciones».
Al final del comunicado, la organización expresó su «dolor y profundo arrepentimiento» hacia las víctimas y todas las personas afectadas por los abusos ocurridos en su historia, reconociendo las heridas causadas y el escándalo generado. Sin embargo, el texto no profundizó en cómo se abordará el proceso de sanación para las víctimas, un tema que fue discutido en la reunión entre José Enrique Escardó, el primer denunciante del Sodalicio, y el papa Francisco el 26 de enero.
El comunicado concluye con un pedido de perdón: «Queremos expresar como Asamblea, con dolor y profundo arrepentimiento, nuestro pedido de perdón a las víctimas y a todas las personas afectadas por los diversos abusos ocurridos en nuestra historia, por las heridas causadas y por todo el escándalo que esto ha generado».
Este pronunciamiento marca el cierre formal de una institución que enfrentó graves acusaciones de abusos y que ahora busca, al menos en palabras, reparar el daño causado.