El presidente Gianni Infantino repudió los incidentes en el estadio Libertadores de América y pidió castigos severos tras la suspensión del duelo de Copa Sudamericana.

El encuentro de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile, disputado en el estadio Libertadores de América, fue suspendido de manera definitiva tras violentos enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos. Los disturbios, que incluyeron agresiones físicas, destrozos en las instalaciones y choques con la policía, obligaron a interrumpir el partido cuando el marcador se encontraba 1-1.
Condena internacional de la FIFA
La magnitud de los hechos generó una rápida reacción internacional. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, difundió un comunicado en el que condenó “enérgicamente la impactante violencia que llevó a la cancelación del partido de vuelta de los octavos de final”. El dirigente subrayó que “la violencia no tiene cabida en el fútbol” y recordó que jugadores, árbitros, personal y aficionados deben poder disfrutar del deporte “sin miedo”.
Infantino fue enfático al exigir medidas inmediatas. “Desde la FIFA, nuestros pensamientos están con todas las víctimas inocentes, a la vez que esperamos que las autoridades impongan sanciones ejemplificadoras contra los autores de estos terribles actos”, añadió.
Posición de la Conmebol
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) catalogó el encuentro como “cancelado”, término que se utiliza en casos excepcionales y que implica que el partido no se reanudará. La decisión final sobre el desenlace deportivo recaerá en el Tribunal de Disciplina, con sede en Asunción.
Fuentes consultadas por el medio argentino Infobae señalaron que, de acuerdo con el reglamento, la responsabilidad de garantizar la seguridad en el estadio recae en el club local, en este caso Independiente, lo que lo coloca en una posición comprometida frente a posibles sanciones.
Riesgos de sanciones y consecuencias deportivas
Entre las medidas que evalúa la Conmebol figuran multas económicas, la suspensión del estadio Libertadores de América e incluso la exclusión del torneo para los equipos involucrados. De confirmarse el cierre del recinto, Independiente podría verse obligado a disputar sus próximos partidos internacionales fuera de Avellaneda, mientras que Universidad de Chile tampoco está exenta de sanciones debido a la participación de su hinchada en los incidentes.
El caso cobra mayor relevancia porque la llave definía el pase a instancias finales de la Copa Sudamericana, situación que ahora queda en suspenso hasta la resolución disciplinaria.
Contexto y repercusiones
La violencia en estadios sudamericanos ha sido motivo de preocupación recurrente en los últimos años. Sin embargo, el hecho de que un partido internacional de octavos de final haya sido suspendido por disturbios de tal magnitud ha elevado el nivel de alerta en los organismos rectores del fútbol mundial.
Autoridades locales y organismos de seguridad en Argentina confirmaron que se produjeron varias detenciones y que se investigan responsabilidades adicionales por los daños ocasionados dentro y fuera del estadio.
Escenario futuro
La resolución del caso se conocerá en los próximos días, una vez que el Tribunal de Disciplina de la Conmebol emita un fallo. La decisión marcará un precedente para el tratamiento de hechos de violencia en el fútbol regional y pondrá a prueba la capacidad de los organismos para aplicar sanciones efectivas que disuadan futuras conductas similares.
Análisis final
Lo ocurrido en Avellaneda no solo afecta la continuidad de Independiente y Universidad de Chile en la Copa Sudamericana, sino que plantea un desafío mayor para el fútbol sudamericano en su lucha contra la violencia en los estadios.