Nasry Asfura gana la presidencia de Honduras entre denuncias de fraude y respaldo de Trump

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El exalcalde fue proclamado presidente electo tras un escrutinio prolongado, impugnado por la oposición y avalado de inmediato por Estados Unidos.

Tras casi un mes de conteo cuestionado, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras proclamó presidente electo al conservador Nasry Asfura, con el 40,26 % de los votos, frente al 39,39 % del opositor Salvador Nasralla. El anuncio, realizado en Tegucigalpa, desató una nueva crisis política: Nasralla denunció fraude y desconoció el resultado, mientras Estados Unidos —con respaldo explícito del expresidente Donald Trump— reconoció de inmediato la victoria del candidato nacionalista.

Un escrutinio bajo sospecha

El proceso electoral del 30 de noviembre quedó marcado por retrasos, actas observadas y denuncias de inconsistencias que se acumularon durante semanas. El CNE defendió la legalidad del conteo y sostuvo que los resultados reflejan la voluntad popular. La oposición, en cambio, afirmó que existen miles de actas con irregularidades y exigió un recuento físico voto por voto.

Nasralla acusó públicamente al organismo electoral de actuar bajo presiones externas y de favorecer al oficialismo conservador, una denuncia que el CNE rechazó, pero que profundizó la desconfianza en el árbitro electoral y elevó la tensión social.

Reconocimiento externo inmediato

Minutos después de la proclamación, el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio felicitó a Asfura y llamó a respetar los resultados “confirmados”, instando a una transición pacífica. El mensaje fue interpretado por sectores críticos como un respaldo político anticipado en medio de un proceso aún impugnado.

El apoyo se enmarca en la afinidad de Asfura con Trump y en su promesa de reorientar la política exterior hondureña hacia un eje claramente proestadounidense, incluyendo el restablecimiento de relaciones con Taiwán y el distanciamiento de China y Venezuela.

El perfil del ganador

Hijo de inmigrantes palestinos, Asfura construyó su carrera política en la Alcaldía del Distrito Central desde los años noventa. Su figura se consolidó con el lema “¡Papi a la orden!”, convertido en marca electoral desde 2005. Fue alcalde de Tegucigalpa entre 2013 y 2021, periodo en el que impulsó una agenda centrada en obras de infraestructura, pavimentación y proyectos viales, logros que le aseguraron un respaldo urbano significativo.

Tras perder las presidenciales de 2021 frente a Xiomara Castro, regresó como líder indiscutido del Partido Nacional, imponiéndose con amplia ventaja en las primarias de 2025.

Propuestas y alineamientos

La campaña de Asfura giró en torno a la reactivación económica, la atracción de inversión privada y el refuerzo de la seguridad. Prometió reducir trámites, fortalecer alianzas público-privadas y ampliar la presencia policial en territorios dominados por el crimen organizado.

En política exterior, planteó una alianza estratégica con Estados Unidos e إسرائيل, y una ruptura con la línea diplomática del gobierno saliente, lo que ha sido leído como un giro geopolítico relevante en Centroamérica.

Controversias y expedientes abiertos

La figura de Asfura no está exenta de cuestionamientos. En 2020, la Unidad Fiscal Especial Contra Redes de Corrupción (UFERCO) solicitó un antejuicio en su contra por presuntos delitos vinculados a fondos municipales, proceso que quedó suspendido a la espera de auditorías oficiales.

Su nombre apareció además en los Papeles de Pandora como accionista de una sociedad offshore en Panamá, lo que generó cuestionamientos éticos, aunque sin consecuencias judiciales. Sus partidarios sostienen que estos casos forman parte de una estrategia de desgaste político.

Un país al borde de otra crisis

El expresidente Manuel Zelaya calificó la proclamación como un “golpe de Estado electoral”, evocando la crisis de 2009, cuando fue derrocado por las Fuerzas Armadas. Nasralla, por su parte, acusó al exmandatario Juan Orlando Hernández —recientemente indultado por Trump— de influir en un presunto fraude.

Las declaraciones cruzadas reflejan una fractura política profunda y anticipan un escenario de alta conflictividad institucional.

Panorama

Con Nasry Asfura proclamado presidente electo, Honduras entra en una nueva etapa marcada por un resultado ajustado, denuncias persistentes de fraude y un reconocimiento internacional que contrasta con el rechazo interno de la oposición. La transición se inicia bajo un clima de polarización que pone a prueba la legitimidad del proceso electoral y la estabilidad democrática del país.

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