En ceremonia encabezada por el presidente interino de Brasil, Michel Temer, el nuevo presidente de la estatal Petrobras, Pedro Parente, prestó juramento a su cargo y declaró que dará fin a la interferencia política en la compañía controlada por el Estado. Asimismo, prometió restaurar la estabilidad financiera.
Parente anunció que Petrobras venderá activos para reducir su deuda y que no se apoyaría en un rescate financiero que provenga del Gobierno.
Señaló además que los precios de los combustibles se decidirán según a los intereses de la estatal y no a las prioridades del Gobierno. “No habrá interferencias. Eso se ha terminado”, declaró.