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Alemania y Polonia igualaron a cero en un encuentro con ritmo y ocasiones, pero donde los fallos arriba evitaron que se viesen goles en el Stade France, en París, por la segunda fecha del Grupo C de la Eurocopa. Especialmente desafortunado estuvo Milik, delantero polaco que tuvo dos ocasiones muy claras para desnivelar el encuentro.
Comenzó muy bien Alemania, con juego de toque y combinando con precisión y velocidad, aunque le costaba a los de Löw finalizar las ocasiones ante un aguerrido equipo polaco que se defendía con comodidad a pesar de la calidad del rival.
Pasados los 20 minutos fue cuando el combinado polaco empezó a sentirse cómodo, con un Krychowiak imperial en el centro del campo, Milik haciendo diabluras entre líneas y con Lewandowski intentando cazar algún balón para batir a su compañero de equipo Neuer. A pesar del buen partido, las ocasiones no llegaban y al descanso se fueron ambos con el 0-0.
En la segunda mitad sí que hubo ya más ocasiones, pero entonces lo que falló fue el acierto de los delanteros. Milik falló ante Neuer una ocasión clarísima en los primeros minutos. El remate del polaco se fue a pocos centímetros del palo. Polonia se le subía a las barbas a los alemanes, que no conseguían encontrar su mejor versión.
Cerca del minuto 70 fue Milik el que volvió a tener una clara ocasión, pero resbaló dentro del área cuando se disponía a rematar. En la siguiente jugada fue Alemania el que rozó el gol, pero Fabianski respondió al remate de Özil.
Los minutos finales fueron de respeto, con Alemania adueñándose del esférico, pero sin crear peligro a la portería polaca. Con este resultado, alemanes y polacos quedan empatados con cuatro puntos y se jugarán el liderato en la última jornada.
La definición de la zona se verá el próximo martes cuando el campeón del mundo choque con los norirlandeses en París y los polacos con los ya eliminados ucranianos en Marsella, en horario simultáneo.
El partido tenía el morbo del cruce entre el as polaco Robert Lewandowski con sus amigos del Bayern Múnich, pero el ex delantero del Borussia Dortmund estuvo tan desaparecido que les terminó haciendo un favor a Neuer, Boateng, Muller, Gotze y compañía, en un clásico entre vecinos con pocas emociones.
