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En ambientes llenos de suciedad, con colchones en el piso y botellas de licor desperdigadas, dentro del inmueble de Henry Guizado Carpio, de 45 años, en San Juan de Lurigancho, vivían las siete menores y la joven de 18 años de edad que ayer fueron intervenidas por la Policía.
La Dirección de Investigación de Delitos de Trata de Personas le venía siguiendo la pista desde hace semanas a Guizado, quien no supo explicar por qué convivía con las chicas. Según aseguró, los padres de estas sabían dónde se estaban quedando. Sin embargo, dos de ellas tienen denuncias por desaparición.
En el predio donde fueron encontradas las adolescentes y la joven, la Policía incautó tres CPUs. Estos así como los celulares de Henry Guizado y las menores serán analizados.
“Estamos hablando de un hecho criminal tipificado con el delito de exposición de personas en peligro. También por instigación de fuga de menor. Se determinará en las próximas 24 horas si el fiscal lo puede denunciar también por Trata de Personas”, dijo el general Óscar Gonzales, director de Investigación de Personas de la PNP.
Según dijo el oficial, la versión preliminar que dan las menores es que se han escapado o han sido abandonadas. Vecinos del inmueble informaron además que diariamente veían entrar a otros jóvenes y escuchaban gritos.
