Si bien la delincuencia continúa siendo la principal preocupación del Perú, la corrupción cobra cada vez más relevancia con 52%. Desafortunadamente, la corrupción y sus alcances llevan años presentes en el país. Hoy incluso más, luego de que ex presidentes y otras autoridades son investigadas por el pago de sobornos por el caso Lava Jato, que involucra a todo Latinoamérica.
En la última encuesta nacional urbano rural de GFK, la corrupción aparece como el segundo problema más importante del país, con un 52%. Mientras que la delincuencia (61%) continúa siendo la principal preocupación de los peruanos.
Con respecto a abril del 2016, la corrupción tomó más relevancia ya que crece 11 puntos porcentuales. En contraparte, en materias como educación, narcotráfico y terrorismo la población percibe que hay avances.
En el detalle, el 74% cree que la corrupción puede presentarse en cualquier gobierno, sin importar su tendencia ideológica. En tanto, el 68% considera que la corrupción puede presentarse en un régimen democrático u autoritario.
En tanto, es vox populi que la percepción de la política en la ciudadanía es cada vez peor. En ese aspecto, el 84% de los peruanos opina que muchos están en la política solo por los beneficios que puedan obtener y el 79% dice que los políticos actúan para favorecer a algunos grupos en particular.
Para enfrentar ello, seis de cada 10 encuestados señala que la solución se dará con un gobierno de mano dura. Frente al 30% que indica que la democracia sigue siendo la mejor forma de gobierno.
Asimismo, el 81% de la población saldría a marchar para demandar una lucha más clara contra este flagelo, versus el 72% que pensaba lo mismo hace dos años.
Esto se suma a que más peruanos ven la corrupción como un problema y disminuye ligeramente la resistencia a evidenciar estos casos. No obstante, el 77% aún cree que denunciar un acto de corrupción es peligroso, por los riesgos que le puede acarrear posteriormente.