Los centros de votación abrieron este viernes sus puertas en Irán para la celebración de unas elecciones presidenciales convertidas en un duelo entre el actual mandatario, el moderado Hasan Rohaní, y el clérigo conservador Ebrahim Raisí.
Más de 56 millones de iraníes están convocados a las urnas en estos comicios, a los que también se presentan como candidatos los exministros Mostafa Mirsalim y Mostafa Hashemitaba.
La gran incógnita de esta votación presidencial es la tasa de participación y la posibilidad de una segunda vuelta el 26 de mayo, si uno de los candidatos no obtiene más del 50% de los votos.