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Lo que se inició como breves denuncias en las redes sociales se transformó en un acontecimiento de escándalo desde las primeras horas de ayer. César Acuña Peralta, el candidato presidencial por Alianza para el Progreso, es acusado de plagiar párrafos y páginas completas de diversos autores e instituciones, sin citar fuentes, en la tesis que presentó el año 2009 a la Universidad Complutense de Madrid para obtener el grado de doctor.
“Vergüenza”… “Lamentable”… “Doloroso”… “No llama la atención”… “Es un robo a la propiedad intelectual”… “Debe renunciar”… “Lo pueden retirar”… fueron algunos de los calificativos y frases que pronunciaron sus adversarios electorales al ser consultados por los medios de comunicación.
La casa de estudios española anunció que abrió de oficio una rigurosa investigación previa para determinar si hubo fraude en la elaboración de la tesis y dejó entrever que si se comprueba la denuncia, se le puede invalidar el diploma de doctor otorgado. Y el presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Francisco Távara, aunque no quiso adelantar opinión, dijo que si le invalidan un título a un candidato, caería en falsedad, y la consecuencia de una falsedad es su exclusión del proceso electoral.
Consideramos que más allá de las investigaciones que la universidad realiza y las acciones que posteriormente pueda tomar la autoridad electoral, solo el candidato César Acuña Peralta tiene en su conciencia la verdad de lo sucedido. Pero, político por encima de todo, en la tarde salió a
leer una declaración que le deben haber escrito sus asesores comandados por el brasileño Luis Favre, y se retiró como si el diablo lo persiguiera, para no enfrentarse a la prensa.
Pero, ¿cuál es la intención del pronunciamiento de ayer? Dejar que corra el tiempo para salvar su candidatura, teniendo en cuenta que faltan menos de tres meses para las elecciones generales y es probable que la Universidad Complutense de Madrid se tome un plazo mayor para terminar con su investigación. Por tanto, mientras la casa de estudios no emita un pronunciamiento, la autoridad electoral no puede realizar ninguna acción.
Mientras tanto, el candidato de plata como cancha saca pecho diciendo que su doctorado está vigente –claro porque todavía no se ha comprobado si hubo plagio- y se hace la víctima, acusando a sus adversarios de utilizar este tema para sacarlo de la carrera electoral. Como Pedro Pablo Kuczynski que el día anterior denunció que quieren bajarse su candidatura porque la comisión especial denominada Lava Jato lo citará para conocer su participación en la construcción de la carretera Interoceánica cuando fue ministro de Economía y premier durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006). Si es inocente, ¿de qué se queja entonces PPK?
Acuña hace lo mismo. Quiere llamar la atención de los electores haciéndose la víctima y hacer ver que le están jugando sucio para que su candidatura no avance. Solo él sabe la verdad. Y creemos que debe ser honesto con la ciudadanía que elegirá a nuestro próximo Presidente de la República. ¿Se imaginan lo que pasará si se comprueba que sí cometió plagio y le invalidan el doctorado después de ser elegido? ¿Usted qué piensa señor elector? Hasta mañana amigos de La Primera.
