IDL-Reporteros: Conspiraciones telefónicas

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Dicen que fueron solo dos llamadas. No es verdad. Fueron muchas más.

Por Gustavo Gorriti, César Prado y Romina Mella.-

El pasado se hace presente de varias formas. El déjà vu es la sensación sutil de vivir un momento extraño, más memoria que presente. 

Pero cuando los personajes irrumpen, desde su encierro en el pasado, en el escenario del presente, lo que impacta nuestra aturdida incredulidad es un golpe de pasado.

El jueves 24 a las 5:30 de la tarde sucedió precisamente eso: Fernando Olivera presentó una grabación de Vladimiro Montesinos perpetrando otra vez ilegalidades en supuesto beneficio de la familia Fujimori. La denuncia no solo rebosó hechos sino recuerdos: desde Pampa Bonita hasta el vídeo Kouri-Montesinos. 

Otra vez el mismo escenario y el mismo guión básico: Arranca con un Fujimori en serios problemas, con abogados incapaces de ganar por la vía legal. Ahí es cuando Montesinos, desde las sombras, desde atrás, ofrece y, si lo dejan, ejecuta una solución sin leyes pero con eficacia. ¿Quieres plata? Tienes plata. ¿Quieres plomo? Tienes plomo. Problema resuelto, ingeniero, señora. 

Pero ¿cómo? ¿No que Montesinos estaba preso en la Base Naval del Callao, en la prisión más segura del país? ¿No se llama acaso CEREC (Centro de Reclusión de Máxima Seguridad)? 

Seguridad es la que muestra la voz de Montesinos en la grabación, hablando con toda tranquilidad y soltura desde un teléfono fijo del CEREC en la Base Naval, (el +1 598-8023) con el comandante EP (r)  Pedro Rejas Tataje, dándole instrucciones sobre lo que se necesita hacer para que Keiko Fujimori consiga, a través de impugnaciones y nulidades, la Presidencia que no pudo ganar en las urnas.

¿Entonces? ¿En la Base Naval está la prisión de Montesinos o su oficina y centro de operaciones? 

Pese a que varios medios intentaron, en primera instancia, asordinar el escándalo, este empezó a resonar en las redes y en los medios independientes. 

Entonces, en la tarde del viernes 25, la Marina, junto con el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) –que depende del ministerio de Justicia–, emitieron un comunicado conjunto, el Nº1-2021, en el que intentaron explicar la situación.

Aquí, el texto del Comunicado:

Lo fundamental en la versión de la Marina/INPE es que “El 28 de mayo último, el interno Montesinos Torres solicitó autorización para llamar los días 10 y 23 de junio a su pareja, quien está debidamente identificada al igual que su número telefónico. La autorización fue concedida por el jefe del CEREC”.

Sigue el reconocimiento de la realidad: “Ayer 24 de junio se difundió a través de las redes sociales […] extractos de llamadas telefónicas que habría realizado el interno Montesinos Torres los días 10 y 23 de junio en las que conversa con personas que no están registradas ni autorizadas”.

Después de eso, el párrafo de cajón: “… se ha dispuesto iniciar una investigación para determinar si habría responsabilidades en el personal del CEREC…”. También una investigación a Montesinos y corte de teléfono.

El comunicado termina sosteniendo que “la Marina de Guerra del Perú y el INPE ratifican que cumplen rigurosamente todas las disposiciones vigentes para el funcionamiento del citado centro de reclusión…”.

Eso es mentira.

IDL-Reporteros está en condiciones de afirmar que el comunicado de la Marina/INPE no solo es incorrecto sino mentiroso.

Montesinos no llamó dos veces a Pedro Rejas.

Entre el 2 y el 24 de junio, Vladimiro Montesinos llamó 17 veces a Pedro Rejas desde el mismo número de la Base Naval, el 598-8023.

Esas 17 llamadas significaron 12 conversaciones y cinco llamadas no contestadas.

La primera comunicación fue el miércoles 2 de junio, a las 5:24 de la tarde, cuatro días antes de la votación por la segunda vuelta electoral. La última conversación ocurrió el 24 de junio a las 4:56 de la tarde y duró 9:51 minutos. 

Aquí está el historial de llamadas:

Registro de llamadas entre Pedro Rejas y Vladimiro Montesinos, que fue registrado como «V Monteza» en la agenda del teléfono móvil de Rejas.

¿Cómo no se dieron cuenta de las 17 llamadas y 12 conversaciones en el CEREC, en la Base Naval de la institución con mayor desarrollo en inteligencia electrónica dentro de las Fuerzas Armadas?

¿Responsabilidad del INPE? Esta vez, no. Todos los testimonios indican que la Marina controla casi al 100% el CEREC. 

Lo menos que puede decirse es que las llamadas de Montesinos fueron toleradas.

¿Solo toleradas? Basta escuchar a Montoya o a Cueto para entender que la ultraderecha castrense, la que añora a Massera, a Videla  y sueña con Pinochet, ha logrado una posición dominante dentro de la Marina. 

¿Logró también un asesor?

[Actualización a las 16:51, del sábado 26 de junio]

Poco después de la publicación de esta nota, la ministra de Defensa, Nuria Esparch, respondió la siguiente pregunta de IDL-R.

¿El ministerio de Defensa va a abrir o ha abierto ya una investigación sobre la quiebra de los más elementales principios de seguridad [en el CEREC] o lo va a dejar en manos de la Marina?

Esparch: “La Marina de Guerra es quien va a conducir la investigación porque así está establecido en las normas que regulan este tema. Estoy haciendo un seguimiento muy cercano y vamos a tener el resultado de la misma en 72 horas o antes. Si hay responsabilidad, se sancionará. Pero debemos diferenciar actos individuales de la institución y ser prudentes porque no debemos, nadie, adelantar juicios sobre la base de supuestos.

Ahora, debe quedar claro que la investigación que se conducirá es sobre la aplicación del protocolo para la custodia y las llamadas telefónicas. El tema de fondo, que coincido es muy preocupante, debe ser investigado por la Fiscalía, como ya lo ha pedido el JNE. Tanto el Ministerio como la MGP vamos a dar todas las facilidades para que se conduzcan las investigaciones y se determine las responsabilidades. Vamos a informar también a los congresistas que han solicitado información”.

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