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En Domingo de Ramos, Cipriani no evitó la coyuntura al hablar de "traiciones y ataques"
El arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, presidió ayer una solemne misa por Domingo de Ramos en la Basílica Catedral de Lima, dando inicio a las festividades por Semana Santa. Desde las 10:30, el primado de la Iglesia Católica bendijo los ramos que llevaron los fieles, elaborados con palma de olivo, para luego dar inicio a la Santa Misa.
Durante la homilía, Cipriani instó la población a dejar la puerta abierta a Jesús para que ingrese a nuestros corazones, no solo leyendo la Biblia sino cumpliendo los sacramentos. Sostuvo que el transcurso de la vida vamos a encostarnos con traiciones y ataques, pero que eso no debe preocuparnos porque siempre vamos a tener a Jesús para que nos oriente. Pidió trabajar mucho en el tema del rezo como una forma de acercarnos a Cristo
“Hay que ser valientes, no hay que tenerles miedo ni a los problemas ni a los ataques”, manifestó Cipriani. Desde las 14:30 horas, miles de fieles se reunieron en el atrio de la Catedral de Lima para rezar el Santo Rosario y pedir de manera especial por las familias peruanas. El acto contó con la presencia de las tradicionales imágenes del Señor del Huerto, el Señor de la Caña, el Señor Cautivo, el Señor de la Caída y el Cristo de Burgos.
en las calles de la capital, miles de personas dieron vida a esta celebración visitando las iglesias pero además comprando los tradicionales ramos de palma, iniciándose así la semana religiosa que tiene como epílogo los feriados de jueves y viernes.
