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La ‘Gringacha’ era el sobrenombre con el que identificaba a Eliane Chantal Karp Fernenbug en las alturas del Ausangate, en el Cusco, allá por los años 80, cuando su interés por las culturas andinas la llevó a vincularse con personajes turbios como el chamán Amarunina Tapia.
Eran días de misticismo en los que la ‘bruja blanca’- acicateada por su ánimo antropológico- participaba en rituales de medianoche en lagunas sagradas invocando a los espíritus inca.
Ahora, Karp encara un pedido de extradición recién aprobado por el caso Ecoteva que fue impulsado en marzo del 2020 por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, en el que se le acusa de la recepción y el blanqueo de unos US$ 8 millones de fondos ilegales entregados por Odebrecht.
