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Nadie para al mejor del mundo. El Barcelona goleó ayer 4-0 al Betis en su regreso a la Liga BBVA tras el Mundial de Clubes y el breve receso invernal para cerrar el año en la cima de la clasificación junto al Atlético de Madrid.
En un partido accidentado y deslucido en la primera parte y sin ninguna equivalencia en la segunda, el Barcelona consiguió una abultada victoria en el Camp Nou que le permite despedir su soñado 2015 con una sonrisa.
Un gol en contra de Heiko Westermann a los 29 minutos en el rebote de un penal fallado por Neymar inauguró el marcador. El arquero Adán se llevó por delante a Messi sin intención tras rechazar un balón y el juez Inaki Vicandi cobró penal. Aturdido por el choque, el argentino cedió la ejecución a Neymar, pero el brasileño resbaló en el disparo y la pelota dio en el larguero. Entonces Westermann, que luchaba por rechazar con Ivan Rakitic, metió el gol en propia puerta en medio de las quejas de los jugadores del Betis por una invasión de área azulgrana.
El segundo tanto del Barcelona no tardó en llegar y fue mucho más estético. Messi y Neymar combinaron en una espectacular doble pared que terminó con el argentino enviando el balón sin resistencia al fondo de la red. El astro celebraba así su partido 500 en el Barcelona con un nuevo gol, el número 425 como azulgrana. El tercer gol llegó apenas comenzado la segunda etapa. Sergio Busquets recuperó el balón en campo rival y asistió magistralmente a Suárez, que definió con absoluta tranquilidad ante el arquero. Finalmente, Suárez redondeó la goleada sobre el final y confirmó su espectacular momento. El Barcelona despidió así de la mejor forma un 2015 en el que se coronó campeón de España, de Europa y del mundo y ganó casi todo lo que se encontró a su paso.
