Resultados preliminares sitúan a Rodrigo Paz Pereira y Jorge “Tuto” Quiroga al frente y obligan a un balotaje; el MAS, dividido, obtiene su peor desempeño histórico.

Bolivia se encamina a elegir a un presidente no izquierdista tras casi dos décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS). Según resultados oficiales preliminares de la elección del 18 de agosto de 2025, el senador Rodrigo Paz Pereira (Partido Demócrata Cristiano) obtuvo 32% y el expresidente Jorge Quiroga (27%), por lo que habrá segunda vuelta el 19 de octubre. El empresario Samuel Doria Medina fue tercero con 20,2% y el principal candidato de la izquierda, Andrónico Rodríguez, alcanzó 8%. El MAS quedó sexto con 3,14%, suficiente para conservar su personería, pero confirmando una caída sin precedentes.
1) Una división interna que fracturó al MAS
La ruptura entre Evo Morales y el presidente Luis Arce reordenó al oficialismo desde 2023. Morales anunció su postulación y fue luego inhabilitado por el Tribunal Constitucional; en respuesta, llamó al voto nulo, que representó 18% del total emitido, según el recuento preliminar. Arce, con alta desaprobación (de acuerdo con CB Consultora), retiró su candidatura y respaldó a Eduardo del Castillo, quien compitió con la sigla MAS–IPSP y rondó el 3%.
Analistas como el periodista Fernando Molina (Nueva Sociedad) sostienen que la pugna “autodestruyó” al espacio: se conformaron tres corrientes —arceístas, andronicistas y evistas— sin un liderazgo unificador ni una estrategia común.
2) Desgaste político tras dos décadas en el poder
El MAS se consolidó con una plataforma de nacionalizaciones, alianzas con movimientos sociales y los buenos términos de intercambio de commodities durante los gobiernos de Morales (2006–2019). Aquella etapa fue asociada al “milagro económico boliviano” por el crecimiento sostenido, la reducción de pobreza extrema y mejora de reservas y deuda.
No obstante, el prolongado ejercicio del poder, los conflictos intraoficialistas y el deterioro de indicadores desde 2023 —cuando se agravó la escasez de dólares— mermaron el apoyo. La figura de Arce quedó fuertemente cuestionada y Morales, con procesos judiciales y fuera de la contienda, perdió centralidad política y capacidad de movilización.
3) Crisis económica y social como telón de fondo
El país enfrenta su peor coyuntura en décadas, con inflación anual cercana al 25%, falta de divisas y combustibles y episodios de desabastecimiento. La encuesta de Panterra (marzo) registró que 89% de los consultados desea un cambio político.
Las campañas capitalizaron ese descontento: Paz Pereira propuso “capitalismo para todos”, mientras Quiroga prometió cambiar “absolutamente todo” tras “20 años perdidos”. La preferencia por opciones de giro económico e ideológico apunta a que la economía —más que la identidad partidaria— fue el principal driver del voto.
Radiografía de la jornada y del mapa político
- Primera vuelta (18/08/2025): Paz Pereira 32%; Quiroga 27%; Doria Medina 20,2%; Rodríguez 8%; otras fuerzas por debajo de dos dígitos.
- Voto nulo: 18%, impulsado por el llamado de Evo Morales tras su inhabilitación.
- MAS: sexto lugar con 3,14%; conserva personería jurídica pero registra su mínimo histórico.
- Implicancias inmediatas: recomposición del sistema de partidos, disputa por el voto liberal y conservador de cara al balotaje y necesidad de acuerdos legislativos para la gobernabilidad.
Voces y fuentes
- Resultados preliminares oficiales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) orientan el escenario de segunda vuelta.
- Análisis de opinión (CB Consultora, Panterra) reflejan desaprobación del gobierno y demanda de cambio.
- Debate público: Fernando Molina (Nueva Sociedad) subraya que la división “enterró” la competitividad del MAS; dirigentes del espacio atribuyen el retroceso a la inhabilitación de Morales y a un “bloqueo judicial”.
Escenarios hacia el balotaje del 19 de octubre
- Reordenamiento de alianzas: Paz Pereira y Quiroga buscarán captar el voto de Doria Medina y de indecisos; el desempeño en áreas urbanas y oriente será clave.
- Economía al centro: medidas creíbles contra la inflación y la escasez de divisas/combustible serán determinantes para ampliar apoyos.
- Supervivencia del MAS: el partido deberá definir liderazgo y narrativa posprimera vuelta; su rol podría oscilar entre oposición fragmentada y actor bisagra en el Congreso.
Panorama
La primera vuelta confirmó un cambio de ciclo: la izquierda boliviana llegó a las urnas dividida, con desgaste acumulado y en medio de una crisis económica que reorientó las preferencias. La segunda vuelta medirá la capacidad de las candidaturas no izquierdistas para articular mayorías y la del MAS para recomponerse en un tablero político que ya dejó atrás su era de hegemonía.