Con listas ya inscritas ante el JNE, el “transfuguismo” del hemiciclo se traslada a la boleta y reabre el debate sobre representación y lealtad partidaria.

Al menos 35 congresistas que llegaron al Parlamento elegidos por una organización política se inscribieron para las Elecciones Generales 2026 bajo otras siglas, con candidaturas al Senado, la Cámara de Diputados y otros cargos. El fenómeno se consolida tras el cierre del plazo de inscripción y en un escenario de fragmentación legislativa que marcó el periodo 2021–2026.
Antecedentes y contexto del hecho
El “cambio de camiseta” no aparece de la nada: es la traducción electoral de una dinámica que ya se había instalado en el Congreso. Un balance periodístico sobre el cierre de 2024 e inicio de 2025 registró 39 parlamentarios entre cambios de bancada, renuncias y retornos, y describió un Parlamento que llegó a operar con 13 bancadas.
En ese marco, la campaña 2026 absorbe la misma lógica: congresistas que ejercieron el cargo bajo una bandera ahora buscan continuidad —o un nuevo puesto— bajo otra, en una elección que además se desarrolla con una arquitectura institucional distinta por el retorno de la bicameralidad (Senado y Diputados), según el propio registro de listas.
Declaraciones y posturas de actores relevantes
La discusión sobre el transfuguismo también se instaló en el plano normativo. La Comisión de Constitución aprobó un proyecto para limitar cambios de bancada, con medidas como prohibir nuevas bancadas y permitir solo un cambio de grupo político durante el periodo legislativo, además de restricciones para integrar Mesa Directiva y comisiones tras una migración.
Ese telón de fondo vuelve más visible la pregunta política de fondo: si los partidos son el vehículo de representación, ¿qué significa que decenas de legisladores busquen revalidar el voto con otra organización distinta a la que los llevó al cargo?
Cifras, documentos y datos oficiales
Con el calendario en marcha, el Jurado Nacional de Elecciones cerró el plazo de inscripción e inició la etapa de revisión de expedientes, tachas y apelaciones. De acuerdo con reportes periodísticos basados en la plataforma oficial del JNE, 36 organizaciones políticas lograron inscribir sus listas presidenciales dentro del plazo.
En paralelo, se identificó a 35 congresistas que hoy compiten con un partido distinto al de su elección inicial, con casos que atraviesan bancadas como **Perú Libre, Acción Popular, Juntos por el Perú, Renovación Popular y APP, entre otras.
Implicancias políticas, sociales y/o económicas
El dato no es solo numérico: altera la lectura de la contienda. Para los partidos, implica listas con candidatos que no necesariamente construyeron carrera interna en esa organización, sino que llegan por reacomodo o conveniencia electoral. Para el elector, abre un problema práctico: evaluar trayectorias legislativas —votos, discursos, alianzas y rupturas— en candidatos que hoy aparecen bajo siglas distintas, en algunos casos sin relación directa con la plataforma con la que llegaron al Parlamento.
El escenario también pone presión sobre el sistema de partidos: el transfuguismo legislativo suele ser leído como síntoma de debilidad orgánica, y su traslado a la elección puede reforzar la percepción de que las organizaciones funcionan como “vehículos” antes que como proyectos políticos estables.
Próximas acciones, escenarios o consecuencias posibles
Lo inmediato se jugará en el tramo procedimental: la autoridad electoral debe resolver observaciones, tachas y apelaciones dentro de los plazos, lo que puede ajustar el universo final de candidaturas habilitadas.
En el plano político, no modifica el hecho central de esta campaña: la boleta ya incorpora el reacomodo como parte del mapa electoral.
Panorama
Con las listas de 2026 ya inscritas y bajo revisión, el Congreso saliente traslada a la contienda electoral la misma fragmentación que marcó la legislatura: 35 congresistas competirán con otras camisetas, y el electorado deberá ponderar continuidad y responsabilidad política en un proceso que entra a su fase de control y tachas.
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