En un anuncio que promete cambiar el panorama del fútbol internacional, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) confirmó oficialmente la llegada del legendario entrenador italiano Carlo Ancelotti como nuevo director técnico de la Selección de Brasil.
Con este nombramiento, el experimentado “Carletto” deja atrás su segunda etapa en el Real Madrid para asumir un desafío sin precedentes: liderar al conjunto brasileño hasta la Copa del Mundo 2026.

Un nuevo capítulo en la historia de la “Verdeamarela”
La designación de Ancelotti fue anunciada este lunes por el presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, quien destacó que «la selección nacional más grande en la historia del fútbol estará dirigida por el entrenador más ganador del mundo». Durante la presentación, el directivo enfatizó que el recorrido del italiano está marcado por logros históricos y que su vasta experiencia en gigantes europeos –acumulando títulos en equipos como AC Milan, Bayern Múnich y, especialmente, en su última etapa en el Real Madrid (donde sumó 350 partidos y 15 títulos, incluidas tres Champions League)– lo posiciona como el candidato ideal para recuperar la gloria de Brasil.
Transición y nuevas esperanzas en las Eliminatorias 2026
El nuevo técnico asumirá sus funciones a finales de mayo y se espera que comience a trabajar de inmediato, ya que tiene previsto dirigir al equipo en los dos próximos partidos de las Eliminatorias Sudamericanas: el inicio de la nueva etapa con el compromiso contra Ecuador el 5 de junio y luego el encuentro frente a Paraguay el 10 del mismo mes. Estas fechas marcan el estreno oficial de Ancelotti al frente de la “Canarinha”, una etapa estratégica para reavivar las ambiciones del conjunto brasileño, que ha enfrentado altibajos en las últimas eliminatorias.
Un legado construido a base de triunfos
Carlo Ancelotti es reconocido mundialmente por su capacidad para gestionar equipos de élite y por transformar momentos críticos en éxitos históricos. Su carrera, que abarca etapas en clubes de primera categoría como Juventus, Chelsea, Paris Saint-Germain y, por supuesto, el Real Madrid, ha sido un sinónimo de estabilidad, profesionalismo y resultados contundentes. En palabras de Ednaldo Rodrigues, «traer a Carlo Ancelotti para liderar Brasil no solo es un movimiento estratégico; es una declaración al mundo de la determinación de recuperar el primer puesto en el podio».
El fin de una era en el club blanco y el comienzo de otro en la Selección
La salida de Ancelotti del Real Madrid, que se oficializará con un emotivo video de despedida, marca el cierre de un ciclo exitoso en el club español. Su reemplazo en la capital de España ya apunta hacia Xabi Alonso, quien regresará para tomar las riendas del equipo tras su paso por el Bayer Leverkusen. Mientras uno de los entrenadores más laureados del mundo inicia una nueva aventura en la dirección de la “Canarinha”, el Real Madrid se prepara para contar con una nueva figura que siga cimentando su estatus en el fútbol internacional.
Expectativas y el desafío mundial
La selección brasileña, considerada por muchos la mejor y más laureada del planeta, se encuentra en un momento crucial en el que se exige un retorno a la cima del fútbol mundial. La llegada de un técnico de la talla de Ancelotti genera altas expectativas en cuanto a la organización táctica, la disciplina y el rendimiento en la cancha. Con jóvenes talentos emergentes y una rica tradición futbolística, la “Verdeamarela” confía en que el nuevo entrenador será capaz de amalgamar experiencia y modernidad para reconstruir el equipo y aspirar nuevamente al título máximo.
Con el debut programado para los próximos compromisos en las Eliminatorias, el mundo del fútbol observa con interés el arranque de este nuevo capítulo en la historia de la Selección de Brasil. Si la experiencia y la mentalidad ganadora de Ancelotti pueden reconducir al conjunto brasileño, el Mundial 2026 podría ser el escenario donde se escriban nuevos e históricos capítulos para la “Canarinha”.
La designación de Carlo Ancelotti como entrenador de la Selección de Brasil no solo abre un nuevo horizonte para el fútbol sudamericano, sino que también sitúa al equipo en una encrucijada en la que la tradición y el futuro se unen para forjar una carrera hacia el éxito en el escenario mundial.