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Ex vicepresidente cuenta todos esos detalles en su libro “La gran usurpación”, en el que –dice– da a conocer cómo la esposa de Ollanta Humala intervino en las decisiones del Ejecutivo.
El congresista Omar Chehade reafirmó anoche que la primera dama, Nadine Heredia Alarcón, fue quien tomó el control político del gobierno de su esposo, el presidente Ollanta Humala, y en ese sentido era quien ponía y sacaba ministros.
Reiteró que el presidente Humala Tasso ha estado en todo este tiempo “secuestrado sicológicamente” por su esposa, e insistió en su percepción de que la vida del jefe de Estado estuvo marcada por tres etapas en las que solo acató órdenes.
La primera en su hogar que debió obediencia a su padre, la segunda en que acató las órdenes de sus jefes militares, y la última bajo el mandato de su esposa en el gobierno.
Chehade dijo que todos estos detalles los ha llevado en su libro “La gran usurpación”, que este viernes presentará en el Congreso, y en el que cuenta cómo Nadine Heredia habría intervenido en las decisiones del Ejecutivo.
Es en ese contexto en que señala que la primera dama dirigía la gestión de Humala. “La usurpación estaba en que Nadine Heredia era la que tenía a su cargo la política general de gobierno, la que colocaba y sacaba ministros y embajadores de la Cancillería”, mancionó.
Agregó que los últimos cancilleres, los ministros de Defensa y los de Economía fueron directamente colocados por ella”.
El ex vicepresidente de la República sostuvo que el contenido del libro “es absolutamente real porque existen fechas, días, horas, personajes y diálogos” que demostrarían que el jefe de Estado cedió a su esposa las responsabilidades de gobierno.
Refirió que “a partir del tercer premier (Juan Jiménez en 2012), todos fueron designados por la primera dama y no por el presidente”.
Según Chehade, quien perteneció al Partido Nacionalista hasta el año pasado, la razón por la que decidió exponer todos esos detalles en un libro es “para darle un mensaje al país de que las personas que han sido correctamente elegidas por el pueblo no pueden ceder ante los hijos, los hermanos ni la cónyuge, así sea esta primera dama”.
