
Alejandro Toledo no aprende, ni con el jalón de orejas que le dio en días pasados el juez norteamericano Thomas S. Hixson por mentir reiteradamente y quebrar las reglas del arresto domiciliario que se le ha impuesto en California. Residentes peruanos en la zona reportan haberlo visto nuevamente en una playa cercana, aparentemente fuera del cerco electrónico de 500 metros tendido por el GPS que lleva en uno de sus tobillos.
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