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Traerá problemas especialmente en niños menores de dos años y personas de la tercera edad.
Las recomendaciones médicas que giran en torno al verano siempre tienen que ver con evitar la exposición a los rayos UV o con los golpes de calor, pero no se dice mucho de la deshidratación, que no es más que la pérdida de líquidos corporales por sudoración excesiva a causa del aumento de la temperatura y que puede afectar especialmente a niños menores de 2 años y a personas de la tercera edad.
El médico internista Juan Carlos Benítez dio recomendaciones a la población, especialmente para quienes están muy expuestos al calor, para que eviten deshidratarse, una condición que puede causar disminución de la presión sanguínea, vértigo, desvanecimiento al ponerse de pie debido a una hipotensión ortostática, delirios, desmayos e incluso la muerte.
Comer frutas: “Muchas personas piensan que para rehidratarse lo ideal es tomar una bebida rehidratante, pero mucho mejor es una ensalada de verduras y sobre todo comer mucha fruta como la sandía que aporta agua y minerales, la manzana y el plátano. Por ejemplo, es muy recomendable llevar frutas en la lonchera”.
10 VASOS AL DÍA
“Si realizamos actividades que nos hacen sudar o estamos expuestos a ambientes muy calurosos, no podemos bajar de 10 vasos al día. Es necesario ingerir líquidos aunque no tengamos sed”, explicó Benítez. Tomar agua cada hora: “Desde las 8 de la mañana hasta el mediodía se puede tomar un vaso de agua cada dos horas, pero desde el mediodía hasta las tres de la tarde, que son las horas de mayor temperatura, debemos tomar un vaso cada hora. No hay que olvidar comer frutas”.
Hay que recordar que los adultos mayores no perciben bien el cambio de temperatura, de manera que no sudan mucho, y es ahí cuando surge otro problema que es el “golpe de calor”, el cual puede producir arritmia cardiáca y/o alteraciones en el funcionamiento de los riñones.
