CREDENCIALES PRESIDENCIALES Y CAMBIO DE DISCURSO

0
729

Editorial PPK CredencialesAyer Pedro Pablo Kuczynski recibió sus credenciales que lo acreditan como ganador de las elecciones presidenciales y este acto  oficial sella el resultado de un arduo, accidentado y extenso proceso electoral que polarizó al país. Lo que llamó la atención a primera vista fue el cambio de tono en el discurso de PPK. La grandilocuencia de soluciones maravillosas para todo tipo de problemas  que contenía su discurso electoral, sufrió un cambio drástico, para en tono bajo, dar paso a un alocución que busca invocar a la conciliación nacional en resguardo de la democracia.  

Las luces de los reflectores, se apagaron; los estrados, fueron desarmados; y las multitudes de los mítines se disolvieron para irse a su casa a continuar con su vida diaria. El fin de toda esta fanfarria alegórica da paso a la cruda realidad que tiene que afrontar PPK, y es la de tomar la posta en la Presidencia de la República para intentar gobernar un país en desventaja política, pues no tiene la mayoría congresal que quisiera para poder sentirse cómodo en el sillón de Pizarro. A esta incomodidad es que atribuyo el tono mesurado y su llamado a la reconciliación democrática en su mensaje, luego de recibir sus credenciales por parte del representante del Jurado Nacional de Elecciones. Leyendo entre líneas el discurso de Kuczynski fue un aparente mensaje dirigido al fujimorismo exhortando  a mantener la unión a pesar de las diferencias que puedan existir.  

“Y la unión significa que todos deben poner su hombro, su cuota aparte y a veces tragarnos nuestras objeciones y trabajar juntos. Aquí hemos tenido una elección muy reñida. Como ustedes recordarán empezamos 19 candidatos y terminados dos y el voto se ha partido por la mitad y lo que pido es la unión entre los que votaron por mí y los que no”, refirió.

“Todavía nos falta un cambio adicional, que es la revolución social. Igualdad entre las provincias y la capital, igualdad entre los que viven en los andes y la Amazonía con la costa, igualdad en la educación de quienes van a los colegios privados y los que van a los colegios públicos, que son la gran mayoría”, manifestó.

El ex presidente Alejandro Toledo, fue el único de los ex jefes de Estado en asistir a la ceremonia de entrega de credenciales. Ni un solo congresista o representantes del fujimorismo fueron a la ceremonia. Solo estuvo el ex congresista naranja Fernán Altuve, quien acompañó al alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, en el palco municipal.

Este escenario no resulta nada alentador para las expectativas del nuevo presidente y del nuevo gobierno. La cosa va a estar dura. Durísima diría yo, sobre todo en la búsqueda del dialogo con el fujimorismo y con los congresistas que lo representan en el Congreso de la República. La mayoría de personas pueden estar pensando que el mayor inconveniente que tiene PPK es elegir a los integrantes de su primer gabinete, eso es lo más sencillo pues por su trayectoria y contactos tiene candidatos de sobra, lo más difícil es poder encontrar a uno  o varios emisarios que tengan la simpatía y la confianza fujimorista para ser tomados en cuenta. Pues le urge crear puentes a la brevedad posible que faciliten un diálogo fluido que le sirva para conseguir siquiera la gracia de obtener facultades legislativas para sus primeros 100 días de gobierno. Esa es la mayor preocupación de PPK en estos momentos. De que le vale conformar un gabinete de polendas, con grandes figuras profesionales, sí la llave que abrirá las puertas del diálogo en el Congreso aún no está lista.

Está tomando conciencia que el haber ganado las elecciones presidenciales no le garantiza gobernabilidad ninguna. El sentido común en política pasa a segundo plano cuando se sopesan las preferencias electorales como voluntad popular. Como van las cosas el fujimorismo no va a ceder su derecho a presidir consecutivamente la mesa directiva del Congreso. Eso está más claro que el agua. Esta situación predecible va a obligar a PPK más temprano que tarde a hacer de tripas corazón para buscar el diálogo con la bancada fujimorista, no tiene otra opción si quiere tener gobernabilidad en su próximo gobierno.

Una vez más los gestos están cumpliendo un papel importantísimo en la política nacional, la falta de caballerosidad y humildad de PPK para pedir disculpas y con ello buscar un acercamiento con Keiko Fujimori, le van a costar un “ojo de la cara” políticamente hablando. El costo político lo veremos en los próximos días. Pues 28 de julio está a la vuelta de la esquina. Hasta mañana mis amigos de Primera.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here