MENU
La cantada defensa de un ministro cuyo único ‘mérito’ ha sido beneficiar a la UTP con licenciamientos
El día en que lo iban a interpelar, Martín Benavides se levantó a las 5:30 de la mañana pero no para esperar el buque en que llegaba el obispo- como en la obra de García Márquez- sino las últimas coordinaciones con Palacio de Gobierno antes de su presentación en el Congreso de la República por el otorgamiento de licenciamientos aparentemente irregulares a la Universidad Tecnológica del Perú (UTP) y la Universidad Privada Peruano Alemana (UPAL) cuando era jefe de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
En una jornada de ocho horas, el ministro respondió un pliego interpelatorio de 33 preguntas que en realidad ya había absuelto a su manera durante sus presentaciones anteriores en el Parlamento y que terminaron siendo un saludo a la bandera. Al final, no se presentó un pedido de censura en su contra, como ya habían adelantado los voceros de cinco bancadas, lo que convirtió la presentación del ministro en casi una pantomima política.
Lo que ha quedado claro con todo esto es que el hasta hace poco desconocido ministro Benavides Abanto parece tener un ángel guardián que empezó a ampararlo en el terreno político en el mismo momento en que concedió los cuestionados licenciamientos universitarios, pues fue nombrado como titular de Educación el 13 de febrero del 2020 y ha sobrevivido a tres presidentes del Consejo de Ministros sin que se le mueva una ceja: Vicente Zevallos, Pedro Cateriano ‘El Breve’ y ahora Martín Martos.
El poder que ha empezado a ostentar Martín Benavides dentro del gobierno de Martín Vizcarra corre paralelo a la investigación que aprobó el Congreso de la República en la tarde del sábado 4 de julio, cuando se dispuso formalmente poner bajo la lupa durante 12o días los procesos de licenciamiento de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP) y la Universidad Privada Peruano Alemana (UPAL) por aparentes favorecimientos del gobierno.
El Parlamento investiga al grupo educativo de Carlos Rodríguez Pastor a partir de una denuncia periodística del portal ‘Lima Gris’ referida a aparentes beneficios en el licenciamiento de siete sedes de la UTP en el interior del país que sólo existían en el papel.
Ministro cuestionado por beneficiar a conglomerado educativo de millonario Rodríguez Pastor y Grupo Interbank ha sobrevivido a tres gabinetes ministeriales sin que se le mueva una ceja.
¿Cómo quedan esas investigaciones con la bendición política que le acaba de dar el Legislativo a un personaje que no ostenta más cartel que haber sido titular de la Sunedu entre el 2018 y el 2020, precisamente los años en los que se licenció las siete filiales de la universidad del Grupo Interbank?
Una de las acusaciones más graves que afronta en el Congreso el intocable ministro de Educación tiene que ver con el licenciamiento otorgado a la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), filial Ica, sin tener siquiera un local construido.
El investigador de la Universidad San Luis Gonzaga de esa ciudad, José Carlos Ordoñez, ha presentado a la Comisión de Educación del Congreso de la República un informe que demostraría que la UTP mintió para obtener el licenciamiento en esa ciudad.
La resolución con la que la Sunedu le otorgó licenciamiento a la UTP, en junio del 2019, asegura que la universidad ha cumplido con acreditar la construcción de 05 aulas, 1 sala de profesores, 10 laboratorios y 2 talleres, entre otros, pero de acuerdo a un mapa satelital solicitado y expedido oficialmente, se acredita que en la fecha del licenciamiento en el lugar de la filial no había más que tierra y desmonte.
