Los actos que recogen los medios turcos habrían sucedido tras un partido de fútbol base
El fútbol turco lamenta lo sucedido en uno de los partidos de fútbol base. El entrenador del Talas Denizspor sub-18, uno de los equipos de la región de Kayseri ha sido grabado por otro jugador mientras tenía una bronca monumental con otro de sus jugadores y esa situación se iba a las manos. Unas imágenes en el vestuario que no han tardado en ser subidas en Internet y que han provocado revuelo.
Una bronca que acabó en las manos
El entrenador del que solo se conocen las iniciales D.N., habría tenido una discursión fuera de tono, tal y como muestran las imágenes en las que se ve como discute con uno de sus jugadores por un motivo todavía desconocido. Una grabación en la que se puede ver como el técnico llega a decirle al jugador menor de edad: «Te voy a matar, no hables, te voy a matar niño».
Unas palabras que se dijeron después del partido de Segunda División de la Liga de Kayseri y que no se quedaron ahí según declaraciones posteriores del propio joven futbolista. «Digo la verdad«, jura el jóven antes de seguir explicando la situación: «En el partido contra el Erkiletspor insulté al árbitro y me sacaron tarjeta roja. Al final del partido, nuestro entrenador vino al vestuario y me golpeó en el pie bromeando», empieza contando.
«Al final del partido fui al vestuario donde grité e insulté a mi propio equipo. Nuestro entrenador se enfadó conmigo diciéndome que me callara. Me volví de espaldas y maldije diciendo que cosas del equipo y del entrenador. Eso provocó que mi entrenador se acercara a mí y me levantara la mano mientras me hablaba. Rápidamente le golpeé la mano y le dije: ¿Qué pasa entrenador?«, continúa su historia.
La tensión siguió creciendo hasta un punto donde las palabras pasaron a ser actos y donde el diálogo dio paso a cierta violencia: «El entrenador me apretó suavemente la garganta», denuncia el jugador. Eso sí, asegura que todo se solucionó después de ese incidente: «Al final del partido, hicimos las paces besando la mano de mi entrenador».