Ricardo Gareca enfrenta un desafío decisivo contra su antiguo equipo, lo que requiere que rectifique varios aspectos y maximice las fortalezas de su equipo. Un análisis del Chile dirigido por ‘El Tigre’, a vísperas del encuentro con la Selección Peruana.
La designación de Ricardo Gareca como director técnico de la Selección Chilena generó grandes expectativas entre los aficionados, especialmente tras la salida de Eduardo Berizzo en medio de las Eliminatorias. A pesar de los resultados prometedores en los amistosos previos a la Copa América, los partidos oficiales presentaron un panorama diferente, sumergiendo al ‘Tigre’ en un mar de dudas.
Aunque la opinión pública exigía la salida de Gareca, la falta de recursos económicos de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) hizo imposible rescindir su contrato debido a la costosa indemnización que implicaría. Por ello, decidieron apoyarlo, esperando una mejora para los partidos de noviembre, en los que Chile enfrentará a Perú y a Venezuela. La misión de Gareca, originario de Tapiales, es monumental: debe lograr que su equipo rinda como no lo ha hecho en los últimos dos meses, para mantenerse en la lucha por la clasificación.
El equipo chileno enfrenta problemas tanto defensivos como ofensivos. Ante esta situación, Ricardo Gareca convocó a jugadores que no fueron considerados en octubre, buscando corregir estas debilidades en encuentros cruciales. ¿Podrá lograrlo en tan poco tiempo? ¿Cómo podría la Selección Peruana aprovecharse de estas circunstancias? ¿Se justifica la convocatoria de Arturo Vidal, poniendo en riesgo al ‘Flaco’? ¿Qué aporte puede brindar el ‘Rey’ a sus 37 años?
Lo fuerte
En un equipo que ha perdido sus últimos cuatro encuentros consecutivos, puede ser difícil encontrar aspectos positivos. No obstante, al enfrentarse a un equipo en una situación similar como Perú, el análisis resulta más equilibrado. Un punto fuerte de Chile es su banda izquierda, donde Ricardo Gareca alinearía a Gabriel Suazo como titular. En la formación 4-2-3-1 del ‘Tigre’, el defensa izquierdo del Toulouse desempeña múltiples roles según el desarrollo del juego.
Entre los laterales que utiliza el técnico argentino, Suazo es el más ofensivo y el que mejor se combina con los mediocampistas ofensivos. También tiene la responsabilidad de presionar la salida del equipo contrario. Es importante destacar que en esta ocasión, Gareca abandonará su 4-2-3-1 habitual por un 4-3-1-2, cambio motivado por la ausencia de sus extremos favoritos, Víctor Dávila y Darío Osorio. Esto podría resultar en ver al jugador de 27 años en posiciones más adelantadas para ampliar el juego de Chile y evitar que Perú organice su juego con facilidad.
Es crucial mencionar la ausencia de Dávila, quien juega en el CSKA Moscú de Rusia, debido a una grave lesión en su pierna derecha. Siendo uno de los jugadores de confianza para el ‘Flaco’, su falta disminuye la presencia en esa área durante los desmarques detrás de la defensa rival. Esto implica que Suazo deberá esforzarse más y colaborar con los centrocampistas para mantener el equilibrio defensivo en las transiciones.
Por un lado, aunque no se refleje en resultados positivos, es importante reconocer que Chile juega con mucha intensidad en los primeros minutos, buscando anotar lo antes posible. Si el equipo contrario no iguala esta intensidad, probablemente sufrirá en las segundas jugadas o al marcar a los centrocampistas. Perú experimentó esto en la Copa América, donde con el paso del tiempo logró adaptarse mejor en el campo y equilibrar el juego, gracias a la influencia de un mediocampista creativo como Sergio Peña. Peña, del Malmö, debe volver a destacarse en el Estadio Monumental.
Además de estas acciones específicas que hacen de Chile un rival peligroso, se debe considerar el regreso de Arturo Vidal. Su vuelta implica varios cambios, no solo en la formación táctica de la ‘Roja’, que ahora empleará el sistema 4-3-1-2, sino también en las medidas que probablemente adoptará Jorge Fossati. Aunque Vidal puede que no esté en su mejor forma física, a sus 37 años tiene la experiencia para decidir un partido si se le concede tiempo y espacio. Su presencia también significa que la presión mediática recae sobre él, aliviando a sus compañeros de la carga que ha soportado su selección.
Lo débil
Comenzando por la defensa, Chile ha enfrentado varios problemas en esta área, concediendo 12 goles en 7 partidos oficiales. Aunque inicialmente encontró cierta estabilidad con Igor Lichnovsky y Paulo Díaz, con Matías Catalán como alternativa, la lesión de ligamento cruzado anterior en la rodilla derecha del defensor del América obligó a Ricardo Gareca a cambiar su dupla de centrales constantemente, sin lograr aún una coordinación óptima.
En sus últimos cuatro partidos, donde sufrió derrotas ante Argentina, Bolivia, Brasil y Colombia, se observó que los pases largos detrás de los centrales son una táctica recurrente para desestabilizar la defensa chilena. Los defensores pierden sus marcas y los mediocampistas no contribuyen a equilibrar la defensa, situación que empeora cuando el equipo contrario avanza con sus laterales, creando superioridad numérica por las bandas.
Es evidente que Perú no adoptará esa estrategia, ya que Jorge Fossati no ha mostrado un enfoque muy ofensivo, incluso jugando en casa. Sin embargo, dado que la creación de juego por el centro tampoco es una fortaleza del equipo de Fossati, los pases directos a los delanteros –Alex Valera o Gianluca Lapadula– podrían ser una alternativa si el juego por el centro no fluye. Con un rombo en el mediocampo, Gareca probablemente buscará neutralizar los duelos individuales para complicar el desarrollo del juego y que, gradualmente, el partido se desarrolle según su estrategia.
Finalmente, aunque Eduardo Vargas sea el foco de críticas por la falta de goles de Chile –el equipo del ‘Flaco’ solo ha marcado dos goles en siete partidos oficiales–, esto también se debe a las limitadas conexiones en el mediocampo, impidiendo que los jugadores talentosos se desempeñen al máximo nivel. A pesar de esto, es evidente que la Selección Peruana no debe confiarse, ya que aunque posee una defensa más robusta –debilitada por la ausencia de Carlo Zambrano–, en la ofensiva tampoco hemos conseguido que nuestros delanteros tengan oportunidades claras de gol. Será un enfrentamiento táctico fascinante, donde Jorge Fossati no debe errar en la selección de sus jugadores.